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"El camino misterioso va hacia el interior. Es en nosotros, y no en otra parte, donde se halla la eternidad de los mundos, el pasado y el futuro." ( Novalis)
Algo cambia en la esencia del hombre que decide emigrar. Un ancla se rompe y un horizonte se despeja, hacia la soledad o hacia la esperanza, pero ya nunca volverá el mismo hombre, ni se verá la vida con los mismos ojos. El abandonar los caminos conocidos, los esquemas que imprimimos en el alma al nacer, lleva siempre el desencanto y la melancolía del abandono y de un cierto fracaso, el pesar de la pérdida y del desdoblamiento. El sentimiento de nostalgia y de pertenecer a otro lugar convierte la existencia en algo pasajero con las raíces siempre en el lugar del que partimos.
A veces la realidad de la que se huye es tan triste que la búsqueda de un nuevo hogar borra la idea del retorno. Es un nuevo comienzo lo que se busca en una tierra nueva, en la que el pasado deje de existir y en la que tendremos un valor absoluto, que nos pertenecerá por entero: la identidad que se construye partiendo de la nada dejando atrás orígenes oscuros, amores contrariados, países destrozados y banderas derribadas. El anonimato que nos permite nacer de nuevo libres de pecado y construirnos con un barro y unos ladrillos nuevos. Emigrar es agarrar el futuro en nuestras manos solo condicionado por la fortuna.
Puede ser la espoleta de salida huir de guerras, de revoluciones, de hambrunas, de persecuciones raciales o religiosas en pos de un paraíso prometido de libertad y de tierras fértiles, en busca de una redención y de un nuevo comienzo.
Pero las raíces permanecen, alentando ambiciones y tristezas por aquello perdido, doloroso porque nuestro origen nos rechazó, pero se nos alienta a construir un hombre nuevo integrándonos en nuevas culturas, levantado en un crisol de esperanzas, ambiciones y recuerdos. Tal vez sintiéndonos extraños en el paraíso, tal vez felices por haber conseguido lo imposible y dejado atrás el horror.
En literatura la emigración ha dado su fruto buscando la inspiración en las grandes gestas y tragedias, en choques de culturas, de mundos diferentes que se mezclan y se complementan de formas tan diversas como la mirada que nos ofrece cada escritor. Las grandes emigraciones han creado civilizaciones nuevas, personajes inolvidables, desiertos que florecen, culturas que se duplican, príncipes que se tornan en mendigos, siervos que consiguen el poder y se trasmutan el lideres. Gestas anónimas que se convierten en epopeyas en la imaginación del escritor.
Este nuevo número de la revista va dedicado a la inmigración de aquellos que decidieron un día tomar el destino en sus manos. La emigración aceptada y la obligada, la del que huye y la del espera, la de la tristeza y la de la alegría., la de la esperanza y la del fracaso. Y también la emigración de la renuncia, la del que se aísla en un mundo interior huyendo de un entorno hostil, aceptando las normas en lo exterior, pero construyendo su propio lugar en el que el alma se rebela.
¡Feliz viaje sin retorno a un nuevo hombre que transita por caminos de voluntad!
Angel Wagenstein errante - Ariodante
¿Qué hizo usted durante la Gran Guerra, Mr. Joyce? - Carmen Neke
Exilio de un poeta. El último viaje de Antonio Machado - Eliena
Los hijos de la inmigración: entre la integración y la crisis de identidad - Arantxa Mantilla
Laila Karrouch, entre dos culturas - velajada
Anhelos y desengaños de un emigrante europeo - Antonio Ponce (olamiamol)
El árbol que cobija a los pobres - Ana Espinosa
Dido Sotiriu y los griegos de Asia Menor - Yppe
Alejandro Núñez Alonso, corresponsal de la Historia - Sabino Fernández Alonso (ciro)
Diario de un emigrante - Lía
San Juan de Max Aub - Arden
Los espejismos de la memoria: "El alma se apaga", de Lajos Zilahy - Sue_Storm
Un personaje entre dos culturas - Rosa Ribas Moliné
Las migraciones en la vida y en la obra de Irène Némirovsky - Raquel Sáez (Eyre)
LIBRO ABIERTO:
Intemperie de Jesús Carrasco - cuscurro
Angel Wagenstein errante - Ariodante
¿Qué hizo usted durante la Gran Guerra, Mr. Joyce? - Carmen Neke
Exilio de un poeta. El último viaje de Antonio Machado - Eliena
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Me ha encantado la editorial. Felicitaciones :)
ResponderEliminarMe sumo a la felicitación de Arden. Muy bueno el texto, Julia
ResponderEliminarGracias a los dos,
ResponderEliminarEditorial preciosa y poética. Yo al fin y al cabo soy un emigrante, en mi propio país, pero un emigrante y muchos de los sentimientos que reflejas en la editorial son comunes. No hay que olvidar, tú también los tienes cercanos, a los que emigran hoy en día en busca de oportunidades profesionales. Esa apretura del corazón que se produce en los jóvenes que piensan en sus familias y en sus familiares que piensan en sus hijos o nietos. Vayan todos estos artículos por ellos.
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