Autobiografías en el género gráfico - Maribel Martínez Sans (aoi)



Autobiografías en el género gráfico: autobiografías de mangakas o watashi-manga



En occidente la cultura literaria considera al cómic como un género cultural menor. Tradicionalmente, en Japón, el manga (cómic japonés) está dibujado sólo en blanco y negro y no usa los colores como el cómic clásico español (Zipi-Zape, Mortadelo y Filemón, etcétera). Otra diferencia clara es la disposición de las viñetas: tradicional de derecha a izquierda en Occidente; en Japón el sentido de la escritura es de izquierda a derecha y por ello de atrás hacia adelante, en cuanto a la numeración de las páginas. Y sus dibujantes, mangaka, gozan de una popularidad y reconocimientos muy altos.

Aclarar que en Japón, igual que las novelas, tradicionalmente se publicaban por entregas, en periódicos publicados diaria o semanalmente. Así publicó por ejemplo Natsume Sōseki toda su vida hasta su fallecimiento. También los manga tenían esta publicación periódica. En Occidente el cómic no se suele incluir dentro de la denominación de Literatura en mayúsculas, pero no así en Japón, donde no existe esta diferenciación entre cultura literaria. El manga es algo muy natural, abarca todos los temas posibles, incluida la vida cotidiana, y se dirige a todas las capas de la población japonesa. Por ello, cuenta con un respaldo muy generalizado y está inmerso en los aspectos culturales japoneses sin una línea divisoria que los segregue de otros lenguajes artístico-literarios.

Si para en la "novela del yo" el protagonista es el escritor, para la novela gráfica el protagonista es el mangaka (dibujante de comic japonés o manga) quien, además, debe escribir también el guión. Así, se fusionan el autorrelato con el autorretrato.

Pero el individualismo liberal tan arraigado en Occidente no encaja bien en el masivo mercado nipón del manga, donde prima una estética de arquetipos muy alejados del gusto occidental. En Japón el manga autobiográfico es más una singularidad que ha dado honrosas excepciones, como las que detallo a continuación, publicadas todas en el s.XXI:
  • Un zoo en invierno de Taniguchi Jiro, (Ponent Mon, 2011) cuenta cómo Hamauchi (el mismo Taniguchi), siendo aún un joven de 19 años, se va a enfrentar a los primeros trabajos de dibujante en el estudio del maestro Kondo (Kyota Ishikawa en la vida real), y le surgirán las dudas sobre el camino a tomar. Solo es una novela que trata de la etapa cuando el mangaka toma la decisión de independizarse. 
  • NonNonBa de Mizuki Shigeru, (Astiberri, 2010) explica su etapa de formación infantil al lado de su anciana vecina (Fusa Kageyama en la realidad), conocedora de la cultura tradicional japonesa de los “espíritus” yōkai, y de lo sobrenatural. Y sobre todo de este mismo mangaka, se han publicado 5 de los 6 volúmenes: Shigeru Mizuki. Autobiografía. (Astiberri, 2013), su obra magna, que explica su vida desde su infancia -ya relatada parcialmente en NonNonBa-, su paso por la Segunda Guerra Mundial, donde perdió el brazo derecho, y a partir de lo cual tuvo que aprender a dibujar con la mano izquierda. 
  • Una vida errante de Tatsumi Yoshihiro (Astiberri, 2009 - en 2 volúmenes), explica la generación del Taller de Dibujo Dramático (Gekiga) en el 1959 desde el interior con el propio Tatsumi, con Saito Takao y Matsumoto Masahiko, y de su relación con otros mangakas considerados los maestros como Tezuka Osamu, a los que admiraban pero de los que se sabían distintos por haber evolucionado incluyendo más violencia y sordidez al manga, para que compita con el cine y sea más impactante.
  • En la prisión de Hanawa Zuichi (Ponent Mon, 2004), dibujada íntegramente por el mangaka durante su periodo de reclusión en un penal, tras su detención en diciembre de 1994. Meticuloso, pinta todo lo que ve, lo que hace y lo que come. Resulta muy oscuro con predominio del negro y de los planos estáticos. Para trasladar la opresión del encierro.
  • Diario de una desaparición Azuma Hideo (Ponent Mon, 2006): el protagonista desapareció en 1989 y esta novela gráfica empieza en ese momento, cuando se siente presionado por su trabajo y por la sociedad. Toma la válvula de escape de la bebida y la huida de su vivienda y pasa a convertirse en un vagabundo que sobrevive haciendo diversos trabajos como gasfitero, etcétera… Describe la dureza de la vida marginal en la calle urbana de Japón, pero de forma cómica, sin rencor ni odio, con su personal estilo dibujos redondeados. El segundo volumen acaba de ser publicado el pasado 6 de octubre en japonés, y en este segundo “Diario de una desaparición 2 -La sala de alcohólicos” es donde Azuma narra cómo se desintoxica del alcohol.



1 comentario:

  1. Un texto y una selección de obras muy interesantes. Tan sólo un apunte, y es que creo que la tendencia que representan los autores y obras mencionados debe relacionarse con una corriente global, que lleva ya unas décadas evolucionando en Occidente y sitúa al "yo" en el centro de la obra (autobiografías, autoficción y relatos del yo en general). Desde el "Maus" de Spiegelman, a la obra de Crumb y Harvey Pekar, Julie Doucet, Joe Matt, Jeffrey Brown, Seth, etc (EEUU y Canadá), hasta autores europeos como David B., Marjane Satrapi (bien, no es europea pero su obra esencialmente lo es), Lewis Trondheim, Eddie Campbell y decenas más. En España tendríamos a Gallardo o sobre todo a Carlos Giménez.

    No me parece casual, a este respecto, que los autores que menciones gocen de muy buena consideración en Occidente, en algunos casos mayor que en su propio país de origen.

    De las obras que has mencionado yo me quedaría con Shigero Mizuki, que me parece una de las voces más personales e interesantes del manga reciente que sigue en activo a sus más de 90 años.

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