Concepción de la novela histórica - Sabino Fernández Alonso (Ciro)



A nadie se nos escapa que la novela histórica está de moda. Cada vez se ven mas abarrotados los rincones de las librerías dedicados a este género de novela. El número de títulos publicados por año sube exponencialmente, crisis incluida. Por encima de modas pasajeras: zombis, vampiros y otras especies híbridas, la novela histórica se consolida como la gran productora de novela de género. Pero hay una pregunta que debemos hacernos ¿es todo lo que se presenta como novela histórica verdadera novela histórica o simplemente aprovechan el tirón?
Evidentemente hay varias corrientes.

Está la corriente que dice que todo lo que suene a histórica es novela histórica. Un manuscrito encontrado en cualquier rendija, una joya oculta en un cofre que se abre por casualidad, un cuadro en el que nadie se había fijado hasta el momento, ... todo sirve para que esa novela se ponga en los expositores de histórica. Esta corriente, como es normal, la utilizan de forma principal tanto las editoriales (ventas son ventas, es su lema principal), como algunas librerías (que tienen un lema muy parecido, dinero es dinero).

Existe la corriente intermedia, en la que muchos escritores se ven reflejados. Toda aquella novela en que de una forma honesta y profesional se trate de reflejar una época determinada de la Historia, debe ser catalogada como una novela histórica sin ninguna duda. Es una corriente mucho más respetable que la primera, pero que para mi modesta opinión se queda corta.

El rapto de las sabinas - J.L. David
Es en la corriente purista, donde un servidor se siente más cómodo. ¿En qué criterios me apoyo para considerar una novela como histórica? Yo creo que hay cuatro criterios básicos que debe cumplir una novela histórica. A saber.

1. Tiene que ser una novela. Es un criterio evidente en sí mismo, puesto que hablamos de novela histórica. Aclarando un poco más podemos decir que no vale un ensayo histórico por muy entretenido que sea, o una biografia pura y dura que no tenga ningún elemento de ficción. Toda novela exige elementos de ficción. Aunque este criterio parezca una obviedad hay ejemplos de incumplimiento. Véase, como muestra, alguna biografía de Harold Lamb editada por Edhasa como novela histórica.


2. Tiene que ser histórica. También parece un criterio obvio hablando de novela histórica. Pero ¿qué significa esta afirmación? Significa que debe haber transcurrido un tiempo determinado entre la época de quien narra la acción de la novela (el escritor) y la época de la temática de la novela narrada. Pongamos un ejemplo sencillo para explicar tan complicada frase. Una novela escrita por Cervantes sobre su época no es una novela histórica, sino una novela contemporánea del siglo XVI. Lo mismo ocurre con los autores actuales. Si el autor narra una novela en el tiempo actual, por mucho manuscrito antiguo que aparezca o historia de templarios solapada, sigue siendo una novela actual. Surge un problema en este criterio. ¿Cuanto tiempo debe pasar entre el momento en que escribe el autor y la acción de la novela para que sea considerada como histórica? Es evidente que una novela ambientada en el año pasado, por mucho pasado que sea, no es una novela histórica. ¿Cuál es el límite lógico? En mi opinión el límite lógico es la vida de una persona, que redondeando podríamos colocar en 100 años. No es un límite aleatorio. Mientras exista alguien vivo que pueda contar esa parte de la história con sentimientos, sensaciones y vivencias propias, dejará de ser Historia para convertirse en vivencia personal. Es decir, este criterio restringe la novela histórica a una época anterior a 100 años respecto al autor de la novela.



3. La temática principal debe ser histórica. Sabemos que existen multitud de temáticas en una novela (sobre todo en las buenas). Este criterio no excluye el que una novela histórica tenga historias de amor, trate de filosofía, de arte, tenga parrafos de acción, haya algun misterio, ... pero si que exige que el hilo conductor y la historia principal sean históricos. Si la trama principal es investigadora será una novela de investigación, por muy en la época romana antigua o en el Renacimiento que esté ambientada. Si la trama principal es romántica será una novela romántica aunque se paseen por la Verona medieval. Este es uno de los criterios más incumplidos por editoriales y librerías que colocan a Lindsay Davis, por ejemplo, como novela histórica en su ciclo sobre Marco Didio Falco, por poner solo uno de los innumerables ejemplos de confusión.

4. Alguno de los personajes principales debe ser un personaje histórico. Este último criterio es quizá el de más difícil cumplimiento y aceptación. ¿Por qué creo que es indispensable? Lo creo porque me parece que es necesario diferenciar de una vez una novela ambientada (otros la llaman recreada) de una verdadera novela histórica. Como siempre los ejemplos nos aclararán mucho mejor las cosas. Una novela tan conocida como Los pilares de la tierra nos servirá de coartada. Esta obra cumple de sobra el primer criterio. Es claramente una novela. También cumple de sobra el segundo. Ken Follet tiene una distancia mayor de 100 años respecto a la época en que situa a sus personajes (época medieval inglesa). Podemos decir que cumple bastante bien el tercer criterio. La temática principal, la construccion de una catedral y la recreación de un mundo medieval con sus crueldades y miserias, parecen históricas, a pesar de la historia de amor que subyace. Pero falla estrepitosamente en este cuarto criterio. Ninguno de los personajes principales es un personaje histórico. Todos los personajes principales son creados por el propio autor. No tiene ninguna limitación con ninguno de ellos. Puede hacerlos tuertos, mancos, matarlos cuando quiera, que sean rubios o morenos, hombres o mujeres a su antojo. Con un personaje histórico debidamente documentado es imposible. No podemos decir que Anibal medía dos metros si las fuentes dicen que era bajo, no podemos decir que tenía los dos ojos con perfecta visión a su muerte si sabemos que estaba tuerto, no podemos matarlo a los 14 años si vivió 60. ¿Qué es entonces Los pilares de la tierra? Una novela ambientada. Las vicisitudes de sus personajes podrían haberse narrado casi con la misma exactitud en el Egipto faraónico o en la Roma imperial, con pequeños cambios, claro (lo que se construiría sería una tumba o un arco de triunfo y el sacerdote cristiano malo sería un sacerdote de Amón o un sacerdote de Mitra).

De todas maneras no sean tan puristas como yo. Al fin y al cabo lo que cuenta es que la novela sea buena, lo de que sea histórica o no es secundario.



15 comentarios:

  1. Una magnífica disertación sobre lo que es o no novela histórica! Me ha parecido genial y sobre todo lo que mas me ha gustado es que coincido contigo, soy purista ¿que le vamos a hacer?

    Has argumentado de una forma espléndida tus ideas y desde mi punto de vista, tienes toda la razón.

    Fantástica exposición y muy buenos los ejemplos que has puesto.

    Gracias Ciro y enhorabuena por tener las ideas tan claras.

    Un abrazo!

    ResponderEliminar
  2. Según el límite aproximado de los 100 años, una novela ambientada en la guerra de Cuba puede ser histórica, en la Primera Guerra Mundial así así, y en la Segunda ya no lo sería (sería una novela ambientada en la Segunda Guerra Mundial, pero no novela histórica). Es curioso el afán clasificatorio que se está imponiendo al menos en el mundo accidental, creo.

    Estoy de acuerdo con el artículo. Sobre todo con lo último de que lo importante es que la novela sea buena.

    ResponderEliminar
  3. Muy buen análisis, clarito. Lo que pasa que quizás la descripción que das de novela histórica que te gusta o consideras, corresponde a historia novelada, y lo que pasa es que hoy en día se mete todo en el mismo saco. No se diferencia entre una y otra.

    un saludo

    ResponderEliminar
  4. Vaya, no conocía esta revista digital, que uno encantado a mis enlaces. Una exposición clara y didáctica. Estoy de acuerdo con todos los puntos.

    Un saludo

    ResponderEliminar
  5. Muy interesante el artículo. No me había parado a pensarlo pero estoy casi al cien por cien de acuerdo con lo que comentas.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  6. Muy bien delimitada la clasificación, aunque no acabo de estar de acuerdo con los puntos 2 (hay novelas sobre las guerras mundiales que yo incluiría en la categoría) y 4 (quizás la documentación sobre el contexto en que se sitúan los personajes anónimos justifique la categoría). De todas maneras como este es el género que menos visito tampoco tengo conocimiento para argumentar en contra.
    Me ha parecido un artículo muy útil a la hora de enfrentarse al género y seguro que nos ayuda a seguir las próximas colaboraciones de la revista.
    Sora91

    ResponderEliminar
  7. Pues advierto que dejamos plenta libertad a los articulistas para elegir tema y época ( que no se si encajara exactamente en los esquemas de Sabino) XD

    ResponderEliminar
  8. Bueno, Julia, en ese caso mejor todavía: así tenéis ya el debate asegurado ;)
    Sora91

    ResponderEliminar
  9. Estupendo artículo, Ciro, me lo guardo como referencia.
    ¡Saludos!

    ResponderEliminar
  10. Ya sabes que hablamos largo y tendido de esto y que estoy completamente de acuerdo con tu planteamiento y clasificación. Lindsey Davis es como Aghata Christie, pero en la Roma imperial, y no la considero histórica (como Yo,Claudio, por poner un ejemplo obvio)
    Un abrazo desde Valencia ;-)

    ResponderEliminar
  11. Pues yo estoy bastante de acuerdo contigo, Sabino, pero reduciría los 100 años a los 70 que son los que hasta ahora se ponían como convención para el tema de una novela histórica. Aunque eso es cuestión menor. Lo importante, para mí, es que sea una BUENA NOVELA. No soporto los manuscritos encontrados (salvo el de Potocki), los cofres, las plumas, en fin, toda esa parafernalia que te lleva de la época contemporánea al pasado. Como si el pasado no tuviera temas para agarrarse a ellos y escribir una grandísima obra! En suma, que estoy de acuerdo contigo. Pero los editores y las librerías han de vender y no tienen más remedio que saltarse las clasificaciones: ¿se lleva la Historia? Pues hala, a vender una novela como histórica. Y tenemos miles de seudo novelas, ensayos encubiertos, biografías noveladas, etc. etc. en fin, que de algo ha de vivir el personal. Pero para eso estamos los que tenemos por costumbre reseñar libros, para ayudar en la medida de nuestras pocas luces, a discernir al lector que, confuso no sabe muy bien por donde decidirse.

    ResponderEliminar
  12. ¡Muy bien Ciro! Ya sabes que yo soy menos radical que tu (de las intermedias en la definición) pero ya era hora de que estuvieran por escrito tus clarísimas y excelentemente argumentadas ideas sobre el tema (¡aunque con este criterio traspasaras la mitad de tu subforo je,je)

    ResponderEliminar
  13. A este respecto, recuerdo haber leído como criterio temporal no una cantidad de años sino simplemente que el autor escribiese sobre un tiempo del que no tuviera experiencia vital directa y, por lo tanto, debiese informarse (¡o no!) de alguna otra manera.

    En cualquier caso, las etiquetas son etiquetas y, a mi modo de ver, debemos ser estrictos sólo en la medida en que la clasificación resulte útil. Por eso mismo, no suelo ser nada purista ni respecto a éste ni respecto a otros géneros.

    ResponderEliminar
  14. Muchas gracias por vuestros comentarios elogiosos y haced caso principalmente a la última frase. Leed buenas novelas, al fin y al cabo es lo principal. Un saludo a todos.

    ResponderEliminar
  15. Gracias por vuestros comentarios al artículo. Las clasificaciones sierven para que no nos den gato por liebre. De todas maneras haced caso a la última frase del artículo, leed buenas novelas y luego clasificadlas donde querais. Un saludo. Ciro.

    ResponderEliminar

No hay comentarios