La causa secreta, de Joaquin Maria Machado de Assis - Julia Duce Gimeno




Tengo, cada vez con más frecuencia, la sensación de que vivimos encerrados en nuestro mundo de literaturas afines, construidas, en gran medida, con lo que el mercado editorial nos ofrece y que damos la espalda, buscando a veces exotismos lejanos, a las literaturas hermanas.

No había oído hablar de Joaquin Maria Machado de Assis, hasta que un comentario muy elogioso sobre un libro en un programa de radio, me llamo la atención sobre él. Hablaban sobre una novela corta, El Alienista. Me atrajo tan irremediablemente que la compré esa misma tarde. Me resultó apasionante, divertida e irónica. Reflejo satírico de una realidad que aun hoy podríamos sentir como plenamente vigente y, por lo que luego he podido ver, una condensación de los temas recurrentes del autor: la fina línea que separa lo normal de lo anormal, la ambición política, un costumbrismo teñido de crítica social plagada de humor elegante y medido, el matrimonio, el status social,....

Joaquin Maria Machado de Assis está considerado como uno de los escritores más importantes de la literatura brasileña con ecos de ese visionario que es Laurence Sterne, influencia claramente rastreable según los críticos literarios en sus Memorias póstumas de Bras de Cubas (1881), Quincas Borba (1891) y Don Casmurro (1899)* . Es uno de los grandes de la literatura en portugués, y un autor magnífico al que hay que conocer y disfrutar. Es admirado por autores de la talla de Saramago, Carlos Fuentes, Salman Rushdie, Susang Sontag o Guillermo Cabrera Infante. El crítico estadounidense Harold Bloom lo incluye en la lista de los cien escritores más importantes de la historia, codeandose con autores como Dante, Shakespeare y Cervantes.

Pero si sorprendente es que desconozcamos su figura, aún lo es más su trayectoria personal. Era de origen muy humilde, con ascendentes esclavos y salud frágil, (epiléptico y tartamudo), pero de inteligencia brillantísima. Cuesta mucho imaginar la superación personal que implica su obra y su cultura en un contexto como el que vivió y en el que se convierte en un maestro de eruditos. Fue autodidacta, y consiguió aprender francés e inglés llegando a traducir a Víctor Hugo y a Poe. Estudió también alemán y español y, al final de su vida, griego. Trabajó en una imprenta y publicó su primer cuento a los quince años en 1855. De forma constante trabajo en periódicos como articulista, crítico y cuentista después de sus comienzos en la imprenta. Se había ganado ya el respeto como intelectual antes de publicar sus magnificas novelas.

Ingresó como funcionario en el Ministerio de Agricultura donde fue ascendiendo en el escalafón para jubilarse como director del ministerio de Transportes y Obras Públicas. Esta estabilidad personal le permitió dedicarse con tranquilidad a su carrera literaria. Fue el primer presidente de la Academia de las Letras Brasileñas hasta su fallecimiento en 1908.

En esta apresurada biografía creo que se transmite la progresión de ese niño huérfano, hijo de un mulato pintor de brocha gorda y de una lavandera, que fue en su infancia vendedor de dulces y que llegó a ser un refinado referente cultural.

De sus obras la más conocida es tal vez Memorias póstumas de Bras Cubas (Memorias póstumas de Brás Cubas) de 1881, que encabeza con la siguiente dedicatoria que indica mucho de la personalidad de su autor, con su tono entre socarrón y cínico:

"Al gusano que primero ha roído las frías carnes de mi cadáver dedico con nostálgico recuerdo, estas Memorias póstumas"

Sus temas recurrentes están plagados de humor, introspección, y una visión pesimista del hombre y su relación con el mundo, dando con este tono cínico y cargado de ironía, una visión desoladora de la esencia del ser humano. Y esto es lo que nos encontramos en la historia que nos ocupa: La causa Secreta.

Podríamos calificarla de una trama macabra, pero no hay en ella asesinatos, ni fantasmas, ni dramas desbordados. Es una historia que poco a poco nos va desvelando una faceta oscura de una personalidad transgresora que se mantiene dentro de los límites de la más ortodoxa normalidad. Un comportamiento externo se presenta ante el mundo como una abnegada entrega con vocación de servicio al prójimo, pero oculta una motivación perturbadora.

Es un cuento inquietante y fascinantemente oscuro. Nunca más podremos ver a esas almas caritativas, que practican la piedad y la entrega al que sufre, con la misma mirada de admiración, porque irremediablemente recordaremos a este Fortunato y su entregado trabajo voluntario a los enfermos de un pequeño hospital en una capital provinciana. Desde su privilegiada situación social se esconde solo el morboso placer de regodearse ante el dolor y el sufrimiento.

Fortunato es un esteta del dolor al que contempla como un apasionado de la pintura analiza un cuadro de una belleza sublime. Observar el dolor ajeno, tanto físico como moral, provoca en él una adicción y un placer que se sobrepone a cualquier otro sentimiento, el agradecimiento que su aparente entrega desinteresada provoca es para él motivo de mofa y burla. Y es este descubrimiento, el ir palpando este alma enferma, lo que constituye el armazón temático del relato.

El cuento tiene una estructura casi circular. Empezamos la historia focalizando la escena desde fuera en un momento previo al final de lo relatado, en el que los actores ya saben lo que hay detrás de la fachada del amigo y del esposo. Tras una llamada de atención, el narrador nos devuelve al principio de una relación de amistad que siempre ha estado aderezada con una curiosidad movida por un punto de desconcierto. Una escena de salón en la que se adivina un cierto triángulo amoroso, que nunca llegará a cuajar en la vida de los protagonistas y quedará la insinuada relación adultera en el terreno de lo platónico. En ese momento de la presentación al lector, los actores ya han desaparecido y el narrador se siente libre para hablar del "caso".

El núcleo narrativo se resume en una anécdota que poco refleja la historia: Un joven estudiante de medicina a punto de acabar la carrera se tropieza de forma repetida, en un entorno cotidiano con un hombre que le llama la atención y que se convertirá en su protector y socio. En un momento dado, el enigmático personaje, actúa ante una circunstancia de violencia callejera, como un buen samaritano con la víctima al que cuida de forma dedicada y entregada. Pero algo inquieta al joven Garcia, y busca movido por la curiosidad del estudioso con instinto de psicólogo, al extraño hombre con el que llega a trabar relación. Tras un tiempo breve le propone abrir una clínica donde El uno trabajara de medico y el otro de administrador y mas tarde también enfermero. Las relaciones personales evolucionan a la par.

Mientras los lazos de amistad se consolidan y el ya licenciado se introduce en la vida familiar del acaudalado Fortunato- Sin quererlo el joven doctor y la delicada esposa se enamoran platonicamente, quedando este sentimiento disfrazado en una amistad desinteresada de la que nunca saldrá. Garcia confirma que algo no marcha bien, que su benefactor amigo, tiene algo mas que una vocación de servicio a los enfermos. Hay una desconexión entre los actos de dedicación obsesiva y sus reacciones impersonales y frías al tratar a los enfermos.

Hay en la búsqueda ansiosa de ese dolor a contemplar una graduación. Comienza con los enfermos y pasa progresivamente a los experimentos con animales, que termina por llevar a su casa. Es ahí donde todo se quiebra, cuando Maria Luisa siente sus nervios alterados por los experimentos de su marido y pide ayuda a su amigo. Donde el joven doctor contempla en plenitud "la causa secreta" de Fortunato, el por qué de tanta entrega: a solas en el despacho uno actor y otro espectador del horror. Enfrentados en el acto infame de infringir dolor a un aterrado animalillo, descubriendo un placer elevado a un plano superior que nada mas entiende y que se convierte en puro deleite para los sentidos en uno y en repugnancia en el otro.

La experiencia del despacho pone en evidencia todas las sospechas, descubre el misterio, es el climax del cuento. Pero nos queda aun un aspecto insospechado. La escena con la que comienza la narración es la que sucede inmediatamente a lo descrito en el despacho: los tres personajes silenciosos, enfrentados y aislados no son capaces de comunicarse. A partir de ella el desenlace gira hasta penetrar en las vidas de los tres actores, y la sugerencia de que el esteta de dolor eligió a su esposa por su fragilidad y su enfermedad no declarada, añade un punto de morbosidad a la intencionalidad de la historia. Maria Luisa enferma y se descompone, se vuelve transparente y se debilita bajo la abnegación de su marido que la atiende hasta el agotamiento. Su querido amigo sufre en silencio. Y ante la pérdida final, la perturbadora sonrisa que provoca el placer de contemplar el llanto del hombre abatido por la muerte del ser amado que nunca tuvo y que sustituye cualquier otro sentimiento que pudiera inspirar la emoción que se le descubre, sustituyendo el placer que el dolor del alma le provoca a cualquier posible sombra de celos.

Al conocer a Fortunato, tenemos la sensación de que nos encontramos con una sublimación del sadismo, que se nos presenta de una forma gradual y medida: comienza por la contemplación de enfermos que sufren, pasa a ser una fuerza activa cuando participa en su cuidado, y termina siendo él mismo quien se deleita en infringirlo a los animalillos del laboratorio. Es tal vez ese primer momento que explica cómo los torturadores latentes se aprovechan de las situaciones de crisis para dar salida a sus instintos más primarios y salvajes. O quizá, sea eso lo que todos ocultamos de alguna forma debajo de nuestra compasión y nuestra vocación samaritana.

El cuento resulta realmente inquietante en su sencillez, en la desnudez de actos de una perversidad tan simple y cotidiana. Es el mal que llevamos dentro sin motivos ni detonantes para estallar.



BIBLIOGRAFÍA:
- Fernández Moreno, César: América Latina en su literatura. Ed. Siglo XXI, México, 1998.



Enlace al relato La causa secreta, de J. M. Machado de Assis en "Ciudad Seva"


6 comentarios:

  1. Francamente, te voy a considerar mi particular Cristobal Colón. Eres una gran descubridora

    ResponderEliminar
  2. Juan, Pre-Textos ha publicado ahora una coleccion de sus cuentos, en la que se incluye este.

    Creo que es una injusticia que sea un autor tan desconocido aquí, este cuento en concreto es inquietante, Lo he leido en una edicion antigua, tengo muchas ganas de ver la nueva traduccion que han hecho.

    ResponderEliminar
  3. Me encantó la reseña, Julia, ¡voy al enlace del relato!

    ResponderEliminar
  4. Julia, ¿es este el libro verdad?http://www.pre-textos.com/escaparate/product_info.php?products_id=1306

    ResponderEliminar
  5. Yo lo lei en uno pequeñito de la editorial Celeste, aun se puede encontrar en cyberdark muy baratito, Este aun no le he echado el ojo, pero me hare con el porque los cuentos me han parecido estupendos. La critica lo ha comparado con Chejov, Maupassant, Henri James.

    ResponderEliminar
  6. Gracias Andromeda, estoy segura que te gustara conociendo lo que te gusta.

    ResponderEliminar

No hay comentarios