Un cuento de Rosalía de Castro - Camino Huarte







“Pero lo cierto es que como la sociedad no puede soportar por largo tiempo sin desecharlo aquello que no comprende, se acercaba el día en que las ruinas vivientes de aquella villa, única en su género, iban a pesar demasiado sobre la tierra que los sotenía”
Ruinas, Rosalía de Castro



Rosalía de Castro (1837-1885) suena a Galicia y a poesía, pero no es sólo eso, también escribió prosa y su obra significa más. Es una autora un poco olvidada, quizás por ser mujer y quizás también porque le toco lidiar con otros grandes autores en su época. Rosalía es una figura del romanticismo junto con autores como BecquerLarra . De todas formas, ella tampoco buscaba la fama ni grandes reconocimientos. Seguramente casi todo el mundo conoce su nombre de los años de colegio, la literatura académica sí la reconoce,  pero no es una autora muy recordada fuera de Galicia, en un ámbito local, y además su obra más conocida es la poética, lo cual le reduce el público. Muchos las recordamos también por ser imagen de los billetes de 500 pesetas; sí, esa mujer andrógina era Rosalía de Castro. 

Su obra es muy importante para la literatura gallega, para  el  Rexurdimento. La primera obra publicada de Rosalía, Cantares gallegos (1863),  se considera el punto de partida de este movimiento. No sé hasta qué punto eso es algo que se ha interpretado a posteriori, no algo intencionado.  La mayor parte de su obra, sobre todo la prosa, la escribió en castellano y no en gallego, lengua que parece le gustaba más para sus creaciones poéticas. En sus obras se ve un amor continuo, exagerado, por su tierra, Galicia, que está en toda su creación. No tanto por la localización geográfica sino por la ambientación, el espíritu, las atmósferas, y los paisajes que son gallegos si bien las historias podrían ser de cualquier lugar y época.  Pero quizás Rosalía sólo quería hablar de su tierra, de lo que conoce y quiere; dándole voz y enalteciéndolo. 

Su trabajo no es muy extenso. Muere con 48 años y además de tener una extensa familia, 7 hijos, tuvo una salud delicada. Dentro de su producción es famosa su lírica, pero también tuvo varias obras en prosa,  de hecho más que poesía. Escribió nueve títulos de narrativa frente a cinco de poética; 970 páginas de narrativa frente a 774 de poesía. Su prosa de estilo costumbrista tiene una escritura cuidada que hoy puede resultar anticuada y a veces afectada, pero que consigue mostrarnos perfectamente las escenas con claridad. Aprovecha para reflejar en ellas injusticias sociales, la pobreza y las desigualdades y también la situación de la mujer. Algunos hablan de literatura feminista.  Tiene un componente de crítica y sátira de la hipocresía social, de las costumbres y convencionalismos.

La novela corta Ruinas la escribe en 1866. Es una novela por entregas publicada en El Museo Universal. En su versión original estaba titulada como Ruinas: Desdichas de tres vidas ejemplares. En ella Rosalía se vale de tres protagonistas para enfrentar el mundo tradicional y el progreso. Presenta unos tipos típicos peculiares, marginados sociales  por libres, señalados por el resto de la sociedad, de la norma. Nos presenta una comunidad pequeña, todos se conocen, sus virtudes y sus miserias. Y centra el foco en tres personajes diferentes al resto, que van por libre, son criticados y juzgados y también explotados a su manera; se aprovechan y ríen de ellos. Pero son unos ejemplos humanos comunes a cualquier lugar. En todas partes existen esas ruinas humanas, que todo el lugar conoce, pero que son menospreciadas y que nadie quiere, que nadie echará  de menos y que puede resultar un alivio su desaparición.  Como contrapunto, esos tres personajes señalados son los  únicos que muestran sentimientos de amor y generosidad, de comprensión y aceptación. 

La figura femenina fuerte que domina Ruinas es doña Isabel. Una mujer mayor, inteligente, culta, pero pobre y solterona y así es rechazada por ello y por su libertad, por sus manías y costumbres anticuadas. Isabel hace lo que quiere, vive como quiere, es una mujer independiente; y eso en su época era mucho.  Se podría decir que es feliz, es consciente de que como la miran y se ríen, pero, sin despreciarlos, tampoco le importa. Con su vida anodina es el personaje más importante de la novela y el que más profundidad tiene. 

Por contraposición está Montenegro. Un joven que acabará loco por un amor no correspondido; rechazado de manera pública y cruel. No hay que olvidar que Rosalía es  escritora del Romanticismo. Un infeliz con una madre mayor, pobres también y desheredados. El se deja la vista estudiando leyes para en un futuro recuperar lo que considera suyo.  Montenegro es un idealista. 

Y por último, don Braulio. Un comerciante que dilapidó sus ganancias con los demás y que ahora es rechazado, por pobre y por no ser de alcurnia.  Estos tres personajes que son la burla del lugar sin nombre se escuchan, se consuelan y se ayudan. Así, Isabel y Braulio en su sabiduría madura ven como Montenegro se está perdiendo y enamorando de la joven más egoísta del círculo; ven que será su ruina e intentan ayudarlo. 

El relato tiene una áurea de irrealidad, de fantasía, de fábula. También contribuye el que el relato se desarrolle en un sitio sin identificar con unos tipos muy marcados, ejemplares. Los tres protagonistas en su miseria y desgracia consiguen que el lector les coja cariño y que hasta se ría de sus infortunios o de algunos detalles que le dan cierta comicidad. Como si fueran Carpantas. 


BIBLIOGRAFIA:

-CASTRO, de Rosalía. Ruinas, Editorial Eneida, 2013, 85 páginas. 

-http://rosaliadecastro.org 

-BARCO, del Pablo. La condición femenina como superación de la novela del romanticismo (Rosalía de Castro). http://institucional.us.es/revistas/philologia/3/art_4.pdf

2 comentarios:

  1. hola!
    me ha gustado el artículo aunque ha habido otros tuyos que me han gustado más -por ejemplo, el de Brautigan. A este le falta quizás un poco más de profundidad en cuanto a su obra, porque se menciona a Ruinas con mucho detalle pero no se hace referencia a ninguna obra relativa a su poesía. Ahora me apetece saber un poco más de ese Rexurdimiento que se menciona.

    Gracias!

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  2. Bueno, es que el artículo quería centrarlo en Ruinas, no tanto en la autora en su conjunto. Y además no quería hablar de su poesía, que creo que es por lo que es conocida, sino resaltar su producción en prosa. Por lo que veo mi propósito sí lo he conseguido y además te he despertado la curiosidad en algún sentido. También podría haber citado alguna obra más.

    Mencionas a Brautigan. Yo creo que a veces los libros, los autores, nos pegan cosas; sensaciones, estados de animo,... que se traslucen cuando se habla de ellos. Brautigan con sus altibajos y su inestabilidad es un autor que me transmite movimiento, ganas; ganas de hablar de él. En cambio Rosalía, habiéndome gustado también, no; ella es más reflexiva, me transmite quietud, cierta languidez. Supongo que eso a la hora de escribir también influye.


    Gracias por leer y un saludo, Isma

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