Enrique
Jardiel Poncela (1901 - 1952) es uno de los autores más representativos de la literatura humorística
española. Prolífico y polifacético, cultivó diversos géneros: teatro, novela, relato,
ensayo, artículos periodísticos, guiones cinematográficos, e, incluso, operetas y composiciones en verso. Con
su inconfundible estilo y su peculiar sentido del humor dejó su impronta y ejerció
una enorme influencia. Sus textos han sido adaptados en multitud de ocasiones y actualmente sus obras teatrales continúan representándose con éxito.
Hijo del
reputado periodista Enrique Jardiel Agustín y de la pintora Marcelina Poncela,
Enrique Jardiel Poncela nació en Madrid en 1901. Creció en un entorno bohemio,
artístico e intelectual, y desde muy joven mostró interés por las letras. En su
adolescencia escribió teatro a dúo con su amigo Serafín Adame, una asociación
que se prolongó durante diez años y de la que surgieron piezas cuyos derechos terminaría cediendo Jardiel a su compañero al no sentirse demasiado orgulloso de ellas.
Tras una
breve y poco relevante etapa como reportero, Jardiel se dedicó de nuevo a la creación
literaria. Colaboró en revistas redactando artículos e historias. En 1927 estrenó
su primera obra de teatro escrita en solitario, Una noche de primavera en sueño, bien recibida por público y crítica. Sin embargo, sería con una novela
con la que alcanzaría la fama: Amor se escribe
sin hache, publicada en 1928, a la que seguirían tres más. Es en estas
narraciones largas donde se aprecian más claramente sus innovaciones estilísticas.
Después de la
publicación de su cuarta novela, volvió a volcarse en el teatro. A
partir de entonces, su carrera se vería jalonada tanto por importantes triunfos como por fracasos
estrepitosos.
Por
mediación de José Lopez Rubio, Jardiel viajó a Hollywood en dos periodos (1932
y 1934) contratado por la Fox para trabajar como guionista en el departamento de producción en castellano. De esta etapa cabe destacar la adaptación cinematográfica
de su obra Angelina o el honor de un
brigadier. Su estancia en Estados Unidos no le produjo una impresión muy favorable
y a su regreso expuso su visión desmitificadora del american way of life en la crónica de sus viajes y otros textos.
No hay mejor manera de conocer la figura de Jardiel y su método de trabajo que a través de los prólogos que redactó para sus novelas y obras de teatro. En ellos se presenta abierta y honestamente, con sus virtudes y sus defectos, e igualmente explica las circunstancias en las que se gestaron sus historias. Asiduo de los cafés madrileños, era habitual verle en ellos escribiendo sin descanso.
Su obra, de cariz paródico, está plagada de elementos y situaciones disparatados que suscitan hilaridad. No obstante, tras esa fachada cómica se esconden profundas reflexiones teñidas de cierta amargura e impregnadas de su desencanto vital.
Jardiel vivió y amó intensamente. Sus romances y desengaños fueron sonados. Del mismo modo, nunca ocultó sus antipatías, especialmente hacia un sector de la crítica con el que tuvo continuos encontronazos.
El declive se inició en 1944, tras una desastrosa gira con su compañía teatral por Sudamérica, una
gira que se vio empañada por cuestiones políticas y que perjudicó seriamente
sus finanzas. A este revés se vendría a sumar el cáncer de laringe diagnosticado
al año siguiente. Jardiel, quien conoció la gloria, pasó sus
últimos años acuciado por las dificultades económicas, deteriorado por el
avance de la enfermedad y defraudado por el abandono de muchos de los que
fueron sus amigos. Se fue
apagando paulatinamente, falleciendo en 1952.
¡Muchas gracias, Eyre por tu artículo!
ResponderEliminarNo he leído mucho de este autor, algo incomprensible, pero este artículo me ha ayudado a entender un poco más y si le hago un hueco empezar a leer alguna obra suya que está perdida en las estanterías de casa.
Un saludo,
Gracias por leerlo y dejar tu comentario, Aben :)
ResponderEliminarCualquier obra de teatro es una apuesta casi segura, siempre y cuando te agrade el tipo de humor que gastaba Jardiel, que es bastante particular ;)
Un saludo.
Se me ha borrado el comentario anterior :(
ResponderEliminarBuen artículo, limpito y fácil de leer. Creo que hubiera sido difícil escribirlo en el estilo de Jardiel, siendo como comentas -paródico y un poco disparatado-, perdiendo quizás la claridad en el proceso. Por eso creo que queda mejor así, aunque un poco más frío, eso sí.
Creo que estás preparada para participar en los concursos de relatos ;)
Gracias, Isma, lo tendré en cuenta, jaja ;)
ResponderEliminarJardiel es uno de los grandes y con un sentido del humor atemporal y por eso se ha convertido, y más que lo hará, en un clásico, es decir un autor que se reeditará y leerá constantemente. Gracias Eyre por tan buen artículo.
ResponderEliminarSabía que compartíamos afición por Jardiel ;) Muchas gracias, Arden, siempre tan amable. Un abrazo.
EliminarMuy bien por tu artículo, Eyre. En mi infancia eran habituales en televisión las obras de Jardiel y guardo buenos recuerdos. He comprobado que hay varias en youtube, así que habrá que ponerse con ellas. Enhorabuena
ResponderEliminarGracias, jumareva. Esas versiones de Estudio 1 son fantásticas.
Eliminar