Entre tonos de gris, un testimonio que rompe el silencio - Renee







Entre tonos de gris está llamada a ser una de las mejores novelas de este año, y de hecho, ya ha ganado el premio al libro del año para jóvenes adultos este 2012. A través de sus 287 páginas, divididas en 85 capítulos y un epílogo, Ruta Sepetys nos narra la historia de una chica de quince años, Lina, que aspira a estudiar Bellas Artes en Lituania en 1941, pero que es desterrada a Siberia a trabajos forzados por parte de la policía secreta soviética junto a su madre y su hermano pequeño. La historia narrada en primera persona por Lina se sitúa en el primer año de este destierro, dando a conocer unos hechos que han sido silenciados durante mucho tiempo. Con la invasión de los Estados Bálticos por la Unión Soviética, fueron muchos los deportados que, tachados de delincuentes y prostitutas, tuvieron que luchar por sobrevivir en unas condiciones infrahumanas. Muchos murieron a causa de la brutalidad de los soldados rusos, otros por enfermedad por las pésimas condiciones en las que estaban obligados a vivir, y los que sobrevivieron tuvieron que callar durante décadas. El mérito de Ruta Sepetys, hija de un refugiado lituano en Estados Unidos, en cuanto a la ambientación de esta novela es innegable. Se nota que ha investigado a fondo y se ha documentado bien, y no le falta el sentimiento de un pueblo que ha sido maltratado por la Unión Soviética. De hecho, es su primera novela y es un homenaje a su padre, que junto a miles de víctimas de la región báltica, sufrió este destierro forzado en manos soviéticas.

¿Y qué es lo destaca de esta novela y la hace especial? Pues precisamente, esta denuncia clara de los hechos que ocurrieron en aquellos años, a través de unos personajes que encajan en la perfección en la historia. Todos y cada uno de ellos nos muestran las situaciones vividas, que se narran a través de la visión de Lina, esta chica de quince años a quien las circunstancias obligan a madurar, convirtiéndola en una adulta a marchas forzadas. Sus inocentes ojos son testigos de la brutalidad y la maldad de los soldados que oprimen a los que se encuentran en las situaciones más débiles, y poco a poco evoluciona hasta convertirse en una adulta con una dura experiencia a sus espaldas. Sus dibujos plasman estas situaciones que están marcando su destierro.

Así, en esta primera novela de Ruta Sepetys, con un lenguaje directo, se describen las condiciones duras que viven Lina y su familia como prisioneros de los rusos. De la misma manera, la descripción de los dibujos de Lina es muy visual;  permite mostrar al lector la realidad de la situación, sin endulzarla en ningún momento, todo lo contrario, mostrando la triste situación en la que se encuentran, las condiciones penosas en las que viven y la crueldad con la que son tratados por los soldados rusos. A pesar de toda la dureza de la situación, los dibujos de Lina denotan lucha y esperanza, y aquí está el mérito de esta novela, aquello que la hace especial: esa denuncia de los hechos tan brutales ocurridos no queda reñida con el brillo de la esperanza. Lina ha visto que sus sueños han sido destruidos, sus aspiraciones de estudiar en una escuela de arte, pero a pesar de todo no se deja arrastrar por la terrible situación que le ha tocado vivir y sigue dibujando. No renuncia aquello que es y aquello que siente. Una de las citas quizá más destacable de esta novela es aquella que reza "¿Se han preguntado alguna vez cuánto vale una vida humana? Aquella mañana, el precio de la vida de mi hermano fue un reloj de bolsillo." Esta frase es capaz de resumir la dureza de la situación que vive Lina y su familia durante sus años de destierro en Siberia.

La temática de esta novela no es habitual; la ocupación de los Estados bálticos de Lituania, Letonia y Estonia por parte la Unión Soviética es un tema poco conocido en cuanto a los detalles que ocurrieron. Por este motivo, esta novela es un testimonio valioso que nos muestra las barbaridades que se cometieron en los años de invasión rusa en los Estados bálticos. La propia Lina tiene la esperanza que sus dibujos sirvan para mostrar lo que ha ocurrido, son fotografías de una época que se quiere esconder debajo de la alfombra. Las guerras y las ambiciones políticas se llevan por delante vidas sin importar el dolor que ocasionan, y los dibujos de Lina son el reflejo mismo de muchas de estas situaciones en las que se sobrevive, son un arma para luchar contra la injusticia de verse inmersos en la locura de esas ambiciones políticas. Son la muestra de la no rendición, de la batalla por sobrevivir, de la esperanza que exista un mañana en la que todo vuelva a ser como antes, de volver a ser libres.

En cuanto a la ambientación de la novela, no importa repetir el buen trabajo hecho por la autora para documentarse. Pero no sólo se trata de eso, sino que ha construido un universo de personajes que encajan perfectamente en la historia, y que cada uno de ellos nos sirve para conocer más detalles de la situación vivida. No sólo es el testimonio de Lina el que nos cuenta la historia, sino cada uno de los personajes constituye una pieza fundamental para darle coherencia a la historia. Por ejemplo, el hermano pequeño de Lina, Jonas, que ve rota su infancia, se ve obligado a crecer, y a la vez sigue necesitando ser arropado como un niño. O incluso, otro personaje que destaca en esta historia, a pesar de ser secundario, es el de la niña que lleva en brazos a su muñeca, y con la que Lina se cruza constantemente durante su destierro. Podríamos hablar de cada uno de ellos, ninguno de ellos sobra, y cada uno posee la entidad suficiente para ser recordado. Tal y como nos recuerda Ruta Sepetys en el epílogo que cierra la novela, fueron muchos los niños que volvieron a casa siendo ya adultos, que perdieron su infancia en este duro capítulo de la historia.

En conclusión, Entre tonos de gris es una novela muy recomendable. Es una historia dura, sí, es triste, pero a la vez hay lucha y esperanza. Un libro que atrapa desde la primera página, y que logra emocionar al lector con una prosa ligera y un estilo ameno y directo, sin artificios. Sin duda, un libro que nos llega directamente al corazón.


4 comentarios:

  1. ¡¡Un artículo genial!!

    Renee, me ha gustado mucho tu artículo, porque has salido de lo que cuenta la novela para contextualizarlo a la perfección ;) Creo que a cualquiera que vaya a leer Entre tonos de gris, le vendría genial tomar nota primero de tu análisis ;)

    Un beso!

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  2. Que contenga ilustraciones de la autora es un valor añadido. Gracias por tu reseña, sin ella seguramente habría pasado desapercibido este libro para mí.

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  3. Caray, qué interesante. Y qué penoso a la vez.
    De todos modos conviene estar informados, y de este trocito de historia que es la invasión rusa en las republicas bálticas se muy poco, a sí que a ver si me pongo las pilas y lo leo. XD
    Un abrazo, Renee.

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  4. Excelente artículo Renee!
    Hace poco terminé de leer esta maravillosa y dolorosa historia. Realmente es conmovedora, Lina logra hacernos meter en la novela y dar a conocer todo lo que sufrieron esos pueblos por manos soviéticas, muchos datos que hasta hoy desconocía y que gracias a este libro me he puesto a investigar y conocer.
    Un libro muy recomendable.
    Saludos y gracias Renee por compartir con todos los lectores este libro.

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