El mundo de Bombal - Camino Huarte








“Entonces él se inclina sobre mí y rodamos enlazados al hueco del lecho. Su cuerpo me cubre como una ola hirviente, me acaricia, me quema, me penetra, me envuelve, me arrastra desfallecida. A mi garganta sube algo así como un sollozo, y no sé por qué empiezo a quejarme, y dulce a mi cuerpo el cansancio infligido por la preciosa carga que pesa entre mis muslos”

La última niebla, María Luisa Bombal
María Luisa Bombal (1910-1980), nace en Viña del Mar, Chile,  en una familia de la alta sociedad chilena. Su vida, como su obra, esta rodeada de niebla, es misteriosa e inquietante. Con 9 años pierde a su padre y poco después se traslada a París donde acabará estudiando en la Sorbona. Allí tendrá sus primeros contactos con el mundo intelectual y vanguardista del momento y se empapa de literatura francesa: Rimbaud, Baudelaire, Verlaine.  En París, hasta que se enteraron en su casa, hace teatro y tiene como maestro a Charles Dullin. 
Su vuelta a Chile  en 1931 viene marcada por su enamoramiento de Eulogio Sánchez,  con él que tendrá una tormentosa relación. Al final él se olvida de ella y María Luisa, atormentada, intenta suicidarse sin éxito. En varias ocasiones Bombal dirá que Eulogio fue su amor, su gran amor, “Me arruinó la vida, pero nunca pude olvidarle”.  Tras este episodio se va a Buenos Aires para alejarse de esa pasión. Es acogida por su gran amigo Pablo Neruda. En Buenos Aires participa de una extensa actividad cultural, coincidiendo y forjando su amistad con personajes como Gabriela Mistral, que será una gran amiga,  Federico Garcia Lorca, Jorge Luis Borges de quien acabó siendo íntima, Norah Lange, Oliveiro Girondo, Victoria Ocampo que mas adelante sería su editora,  Alfonso Reyes o  Luigi Pirandello. Allí, en la cocina de Neruda, escribe su primera novela breve La última niebla (1934). 
En 1934 se casa con el pintor y decorador Jorge Larco.  Para Bombal el matrimonio es una meta. La unión con Larco es amistosa, él es homosexual, y su doble vida hace que María Luisa se sienta humillada. El matrimonio solo duró dos años. En 1935 regresa a Chile  donde escribe La amortajada (1938) y escribe para la película La casa del recuerdo (1937) del director Luis Saslavsky. Para el argumento Bombal se inspiró en el libro María de Jorge Isaac, una tragedia  romántica referente para Bombal. Ya está muy marcado el tema que se repite en toda su obra. De hecho cuando le preguntan que autor o libro le ha influido mas en sus escritos, Bombal responde que el escritor noruego Knut Hamsun y su obra Victoria , otra tragedia romántica, un continuo desencuentro. También reconoce influencias en la forma de Prosper Mérimée, de quien además hizo la tesis, Mauriac  y gran afinidad con Hans Christian Andersen, Selma Lagerlöff , Willa Cather, Rainer María Rilke y Teodor Stove
Un año después tendrá lugar un hecho que le condicionará la vida. El 21 de Enero de 1941, María Luisa se planta delante de la casa de Eulogio Sánchez, quien a penas la recuerda, y le descarga tres tiros. No le hiere de muerte. En estado catatónico Bombal es recluida, el herido la excluye de toda culpa y es declarada absuelta, pero María Luisa se ve abocada al exilio en Nueva York. Allí vivirá durante 30 años, se casará con el francés Rafael de Saint Phall y tendrá una hija, Brigitte, en 1944. Trabaja en el doblaje junto a Ramón Sender y Ciro Alegría y como publicista y traductora.  Conoce a Sherwood Anderson que además de amigo será su representante. Escribe en inglés House of Mist (1947), una adaptación y ampliación para el publico americano de La última niebla. Bombal trabajó en su traducción pero nunca llegó a traducirla al castellano, quizás porque ella misma no estaba muy orgullosa del libro, le parecía un remedo de la original que le habían exigido los editores americanos para hacerla mas extensa y que gustase al público americano. La Paramount le propuso adaptarla para el cine, tampoco llegó a realizarse. Recientemente, en el 2012, la editorial chilena Ediciones UC la ha editado en castellano. 
Tras la muerte de su marido, regresa a Chile donde muere, en Santiago, el 8 de Junio de 1980. Sus últimos años estuvieron marcados por su adicción al alcohol, sus constantes recaídas y un estado de melancolía y tristeza. Además de sentir su fracaso en el amor a lo largo de toda su vida, nunca pudo olvidar a Eulogio, se suma el hecho del distanciamiento con su hija y las penalidades económicas que pasa en algún momento. En su correspondencia de los últimos años se la ve deprimida, agobiada, sin saber bien que rumbo tomar, pero a veces consciente de que tiene que salir de esa apatía. De hecho habla en ellas de variados proyectos o escritos en los que está trabajando, pero ninguno llega a buen puerto. “Me siento muy triste, no ya tan deprimida, pero triste siempre. (...)Dice la Biblia que la tristeza es la gran tentación del maligno. Reza por mí. Te hablo en serio. Reza porque pueda terminar mi libro en estos próximos meses”. 
En su breve obra hay elementos que son constantes, casi parece que tenga un único tema. Hay unas dualidades a modo de antítesis que se van repitiendo en sus obras. El enfrentamiento entre lógica y misterio, razón y sentimiento, progreso técnico y naturaleza, hombre y mujer, realidad e irrealidad, la presencia de la muerte envolviéndolo todo y también, la sensualidad femenina, la búsqueda y la manera de sentir la pasión de la mujer. Pero el tema estrella es el amor, un amor trágico, fracasado, frustrado por la falta de entendimiento entre el hombre, materia gris, y la mujer, todo sentimiento y corazón. 
La obra de Bombal  tiene una continua lucha entre el hombre y la mujer. Una mujer que habla de sí misma y con la voz de una mujer. Demuestra una separación  profunda entre ambos. Hombre y mujer están condenados a la incomunicación y se encuentran condicionados por sus roles sociales, determinados por el poder del hombre. El hombre y su civilización acotan la identidad femenina. Sin embargo la mujer bombalina siempre está mirando al hombre, buscando a uno con quien poder realizarse libremente. Es recurrente la dicotomía entre hombre y mujer.  El hombre, la sociedad, quiere acotar a la Naturaleza (mujer) con su progreso y es una tensión continua en la que el hombre está imponiéndose. Hombre y mujer están condenados a la incomunicación y están sujetos a las formas sociales.  Pero la mujer no puede vivir sin él, busca su realización en él, con él. 
La Naturaleza para Bombal es un símbolo de la mujer.  Es una contraposición con el mundo masculino cerrado, estático, rígido. La Naturaleza, el fuego, el agua, la niebla, la viento,  es cambiante, está viva, es fértil y sobretodo es primigenia. Otro rasgo común en las mujeres bombalinas es su pelo. Todas ellas tienen unas melenas tupidas, largas, exuberantes. La cabellera de la mujer, asemejada con las enredaderas o las algas,  es símbolo de los orígenes, de la esencia del hombre antes de ser domado por al civilización, una civilización dirigida y ordenada por el hombre. Tiene un componente mágico y misterioso.  En su relato de Trenzas  desarrolla esta imagen hasta el punto de que la perdida de las trenzas, cortarse el cabello, se asemeja a la muerte, de la mujer y de la naturaleza. Todas sus protagonistas tienen una larga melena, en trenzas o suelta, y curiosamente, aunque se la corten, tras la muerte el pelo es algo que se dice sigue creciendo. 
En la obra de Bombal hay dos elementos que van unidos y contrapuestos, la lógica y el misterio. Sus escritos tienen todos un aura misteriosa de irrealidad que a veces hace que no se sepa bien si lo que se está leyendo es real o imaginado, al menos hasta que aparece claramente el elemento real. Este a veces no lo hace hasta el final, y entonces uno se da cuenta de que todo lo anterior era soñado, una fantasía, un escape. En este sentido, una vez mas, la lógica y lo racional, el orden establecido, serían la figura masculina, y la parte de fantasía, la ensoñación, la femenina. Sus mujeres se sirven de la fantasía, lo soñado, para evadirse de la realidad y ellas mismas a veces son casi irreales. Quizás en su relato Las islas nuevas (1939) y en La historia de María Griselda (1946) es donde sus mujeres son mas etéreas, no son de este mundo.  La propia autora dice: “Todo cuanto sea misterio me atrae. Yo creo que el mundo se olvida hasta qué punto vivimos apoyados en los desconocido. Hemos organizado una existencia lógica sobre un pozo de misterios. Hemos admitido desentendernos de los primordial de la vida, que es la muerte. Lo misterioso es para mí un mundo en el que me es grato entrar, aunque solo sea con el pensamiento y la imaginación”. 
Bombal se abre paso en el mundo de la literatura en un momento en que las mujeres están empezando a ser consideradas en el mundo de las artes. Y no solo es importante que sea una escritora, mujer, sino también el tratamiento que hace del tema de la mujer. La mirada de la mujer desde el punto de vista de una mujer. Hasta hora de las mujeres hablaban ellos. Ahora es una mujer latinoamericana la que se atreve a plasmar el acto sexual con la sensibilidad y la voz de una mujer. Es una visión femenina de la sexualidad en la que el placer de la mujer es resaltado, la mujer se autoexamina, su cuerpo, su pasión, es reconocida su sexualidad y su anhelo de placer. Deja de ser  solo un objeto de seducción o de disfrute masculino. 
Se codea con los vanguardismos y mas concretamente con el surrealismo.  De hecho su literatura a veces es calificada como tal.  Rompe con la tradición criollista. A mi parecer es incalificable, transgrede cualquier canon.  La mujer se convierte en la protagonista estrella en su obra, el interior de la mujer, su sentir, sus problemas dentro de una sociedad establecida en la cual no está a gusto, pero de la que no sabe bien como salir y desarrollar su identidad particular, sus anhelos, su pasión. El hombre es tratado de manera somera, son mostrados como figuras de poder y motivo de los conflictos de las mujeres protagonistas. 
Sin embargo tampoco hay que pensar en una autora y una producción de corte feminista al estilo de Victoria Ocampo. A la pregunta de si se considera precursora  de la temática de la mujer, ella responde: “No, antes está Inés Echeverría. Yo hablo de las cosas íntimas, reales e irreales; traduzco el fondo del sentimiento de la mujer que siempre gira alrededor del hombre. Ellos son los que mandan en mis libros y los que determinan nuestros sentimientos y problemas”. Y aquí una vez mas el enfrentamiento y la dependencia entre hombre y mujer, la mujer sin el hombre no sabe ser,  se ve condicionada por él y su vida gira entorno a él. De hecho sus protagonistas buscan en varios casos su realización como esposas, a través  del matrimonio, y si eso no funciona con amantes reales o imaginados.  También da importancia a la maternidad como realización femenina. Sus protagonistas buscan su identidad asociada a una relación sentimental y pasional con el hombre. Desde luego esta idea no tiene nada de feminista y está condicionada por la sociedad del momento. Por eso el valor de la mujer de Bombal hay que verlo en que escribe sobre su interior. Para Bombal el centro de toda su existencia es el amor, el amor hacia un hombre, es su destino.  En otra ocasión dice “No me importó para nada el feminismo. Sí leía mucho a Virginia Woolf, pero porque sus conceptos los hacía novelas y no daba sermones. Además, no sentía que la mujer estaba subordinada, me parece que cada uno siempre ha estado en su sitio, nada mas. A mi me interesaban las cosas personales, pasionales, el arte; el arte social no existía para mí. Porqué tenía pasión por lo personal, por lo íntimo, por el corazón, por la naturaleza y por el misterio.”. 
Puede sonar a tópico, pero en su obra Bombal pone mucho de sí misma. En La última niebla  y El árbol  (1931) la protagonista se casa con un hombre mayor, amigo de su padre, siendo mas una figura paterna que un marido. Y así, Bombal, también se caso con un hombre mayor, que le aportó estabilidad y cariño, con quien fue feliz, pero que  era mirado a veces también como sustituto de su padre, de quien era ella su preferida y a quién perdió pronto. Regina, la protagonista de El árbol, también es como Bombal, una niña diferente a sus hermanas, no le interesan las mismas cosas, no quiere aprender música, tampoco se le da bien, y se entretiene con otras cosas. Bombal ya de pequeña escribía poesías que un día en un enfado destruyó.  En su breve relato sobre Viña del Mar añora y se lamenta de que la cosas han cambiado en su ciudad de infancia. El progreso la ha transformado como transforma y agrede a la naturaleza en varios de sus escritos. También Bombal tuvo un amor único no correspondido, él se fue olvidando de ella, le dejó de responder las cartas y acabó casándose con otra. En La amortajada, a Ana María le pasa algo similar con Ricardo. Sus protagonistas tienen un corte de heroínas románticas,  para ellas los mas importante es el amor, pero las hace desdichadas y fracasan. Y para Bombal, lo dice en varias entrevistas, el amor es lo principal, es una necesidad, un destino. Aunque tampoco ella tuvo éxito en esa empresa.  

Por otro lado la relación de Bombal con la muerte es despreocupada, quizás influye sus creencias religiosas, ella se reconoce religiosa, creyente, se encomienda a Vírgenes y santos, pero no es de ir a misa, ella se entiende con Dios. . Pero en su vida la muerte está presente de un modo relajado, casi a veces parece que la espera con ilusión, habla con su muertos despreocupadamente. No le da miedo, tiene muchos muertos amigos. Así mismo, también  en La amortajada, la muerte se presenta como un tránsito liberador, prometedor, feliz. Con ella todo está bien, las cosas encajan y se ponen en su sitio. 
María Luisa y Borges
La producción de Bombal es escasa, unos pocos relatos y tres novelas breves. Sin embargo supuso un ruptura, una nueva escritura, tanto por el tema como por la forma.   El tan esperado Premio Nacional de Literatura, nunca llegó, aunque ella dice que no le  importaba. Pero grandes escritores como Carlos Fuentes, Neruda o Borges la llenan de halagos y la consideran “la madre de todos los escritores contemporáneos de nuestro tiempo”. Cargada de poesía su prosa envuelve. Crea mundos atemporales en los que se mezclan realidad, fantasía y ensoñación. En una ocasión Borges le comenta que la obra que está escribiendo, La amortajada, es una novela imposible de escribir porque mezcla lo realista y lo sobrenatural. Por suerte para nosotros, ella no le hizo caso.  Era una perfeccionista de la palabra y de la economía de las palabras. A la pregunta de que porqué no escribe mas, ella reconoce que le cuesta mucho escribir, que le supone un esfuerzo, pero que es lo único que sabe hacer.  Su obra es buscada, además de por breve, por la falta de ediciones, aunque en los últimos años ha sido mas reeditada.  Como anécdota una amiga le comenta a Bombal que ya es la tercera vez que le roban uno de sus libros de su biblioteca particular. Ha sido traducida a varios idiomas, ella misma tradujo sus obras al francés e inglés, pero muy bien tiene que estar hecha la traducción para recrear las atmósferas y sensaciones de los originales. 
En Enero de 2012 se estrenó  en Chile una película, Bombal, dirigida por Marcelo Ferrarri. La sinopsis de la película describe bien a María Luisa: Bombal narra la historia real de una de las mujeres más importantes de la literatura iberoamericana. Genial escritora y amante obsesiva, María Luisa Bombal, magnética y apasionada, logró por primera vez dar voz erótica literaria a la mujer. Una creadora cuya ceguera emocional la condujo a perder la razón y hacer de su propia vida una ficción completamente desmesurada, vengando con sangre las traiciones del amor.”



Bibliografía:


- BOMBAL, María Luisa. La historia de María Griselda,  Editorial Andrés Bello, 1994, Santiago de Chile.

- VIDAL, Hernán. María Luisa Bombal. La feminidad enajenada, Ed. Clásicos y Ensayos, 1976.

BOMBAL, María Luisa. La última niebla. La amortajada, Seix Barral, 1984, Madrid. 
- BOMBAL, María Luisa/GUERRA, Lucía. Obras completas, Ed. Andrés Bello, 2000, Santiago de Chile.

2 comentarios:

  1. Encuentro varias cosas curiosas. ¿Qué la lleva a intentar asesinar a Eulogio? ¿Tan atormentada se encuentra, tan perdida? Me resulta difícil de imaginar. Y la segunda cosa curiosa que encuentro es el pensamiento de que los hombres son "materia gris" y las mujeres "sentimiento". En los días de hoy cuesta ya imaginarse esa distinción, por cómo evoluciona nuestra sociedad moderna. Ahora ya entiendo porqué me decías que la obra de esta autora era tan parcial en lo femenino.

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  2. Isma.
    Bueno, el arrebato que tiene de matar a Eulogio, no diré que sea algo normal, pero tampoco es extraño. Y en ella no sorprende, en general es inestable. Para ella el amor de un hombre es algo principal en su vida, y tiene que ser el de un hombre no le vale nada mas. Suena antiguo, pero piensa que sin el hombre la mujer no puede realizarse, y ella había puesto sus esperanzas en Eulogio. Una mujer despechada puede ser muy peligrosa, jeje.

    Las distinciones que hace en sus libros entre hombres y mujeres, que al final es lo que ella piensa, a mí me parecen muy acertados y también sugerentes. Puede resultar anticuado, ella nace en 1910 en Chile, y además ella lo lleva al extremo, pero creo que en el fondo sí es así como ella lo ve. Mujeres y hombres somos diferentes, sentimos diferente y tenemos una lógica diferente. Otra cosa es que unos y otros , hoy en día, sepamos ver el otro el lado y empatizar con él, incluso adoptar ciertas formas.

    Pero con lo de tan femenina, me refería también a que quizás a un hombre le cueste mas leerla y sentirla. Además que a los hombres no os pinta muy bien, pero bueno, jaja.

    De todas formas, en cieeto modo es contradictoria, porque desnuda a la mujer, a su mujer, y prevalece su identidad, pero siempre con el referente masculino; es mucha mujer pero que no sabe ser o estar sin un hombre.

    Menudo rollo acabo de soltar.....

    Bueno, un abrazo y muchas gracias, Isma :-)

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