Galardonada con el IV Premio Iberoamericano de Narrativa Planeta-Casa de América 2011, Los días del arcoíris, de Antonio Skármeta, recrea la situación que se vivía en Chile durante la campaña y votación del plebiscito de 1988 relativo a la continuidad del general Augusto Pinochet al frente del gobierno de la República, referéndum convocado con intención de legitimar la permanencia del dictador en el poder, pero que terminaría poniendo fin al régimen militar y abriría el proceso que conduciría al restablecimiento de la democracia en el país.
Los días del arcoíris comienza con el arresto del profesor Rodrigo Santos mientras imparte una de sus clases de Filosofía en el Instituto Nacional de Santiago de Chile. El motivo: ha sido denunciado ante el rector por mostrarse crítico con el régimen y transmitir ideas políticas a sus alumnos:
Así se puede decir que los chilenos en la dictadura de Pinochet somos como los prisioneros de la caverna de Platón. Mirando sólo sombras de la realidad, engañados por una televisión envilecida, mientras que los hombres luminosos son encerrados en calabozos oscuros.
El hijo del profesor Santos, Nico (de Nicómaco), es uno de los protagonistas de la historia y quien narra en primera persona una de las dos partes en que está dividida la novela. La detención de su padre produce desasosiego y preocupación en el joven, que trata de continuar con su vida normal al mismo tiempo que sigue el plan ensayado con su padre, pensado para poner en práctica en caso de que ocurriera una circunstancia de ese tipo. Este y otros acontecimientos que tendrán lugar en su entorno harán que Nico reaccione contra la injusticia.
El relato de Nico Santos se alterna con el del narrador omnisciente, que cuenta las vivencias de Adrián Bettini y su familia. Bettini es el padre de Patricia (la novia de Nico) y un publicista de antiguo renombre que, tras el golpe de Estado militar de 1973, fue despedido de su trabajo, apresado, torturado y relegado al ostracismo. Por eso, cuando Bettini es citado para personarse en el Ministerio del Interior, el temor surge en su familia. Adrián, no obstante, acude a la cita en el edificio de la sede del gobierno, donde es recibido por el propio ministro del Interior, Sergio Fernández, quien, en una escena no exenta de ironía, elogia su talento como publicista y le propone que se haga cargo de la campaña por el “Sí” en el plebiscito. Bettini rechaza la oferta y unos honorarios sustanciosos alegando razones morales. Poco después, recibe otra proposición por parte de los opositores: dirigir la campaña por el “No”, ofrecimiento que, aunque con algunas dudas, acepta. Adrián se enfrentará así a un gran reto: elaborar una campaña que movilice a la población, convenza a los indecisos y contrarreste el pesimismo existente, ya que la desconfianza había provocado desánimo y escepticismo entre los partidarios del cambio político porque sospechaban de un posible fraude o temían represalias:
Piense que la gente que votará por el «No» es mucha. Casi la mitad del país. Esos están convencidos. Haga lo que haga usted o la campaña del «Sí», no los van a mover de sus posiciones. Pero lo suyo son los que tienen temor a que los filmen dentro de las urnas, a que los apuñalen sobre sus votos, los indecisos que temen el caos y el desorden si se retiran los militares. Por eso, Adrián Bettini, usted tiene que animarlos primero a ir a votar y luego a votar «No». No les revuelva el pasado. El pasado les pesa a todos. Denos futuro, un aire transparente. Hágalos ver cómo será Chile sin el dictador encima. Sin terror a desaparecer. Un país sin degollados.
Una campaña que infundiera entusiasmo y esperanza, bajo el emblema del arcoiris, símbolo de la coalición opositora, que representaba la unión de los dieciséis partidos políticos de diverso signo que apoyaban el cambio. Para ello contaban con un espacio de quince minutos de emisión televisiva permitida por el régimen tras años de férrea censura. Quince minutos frente a quince años de dictadura.
Skármeta denuncia a lo largo de la novela la brutal represión y las violaciones de los derechos humanos, pero también introduce escenas cómicas que alivian la tensión del momento y compensan las situaciones dramáticas. Así, la preparación de la campaña del “No” protagoniza las escenas más divertidas, especialmente por las intervenciones del inefable Raúl Alarcón, alias Chiquitito, alias Florcita Motuda, autor de la letra del Vals del No.
Los días del arcoíris es una mezcla de historia de iniciación (el paso a la vida adulta de Nico), fresco social y novela política, en la que los protagonistas ficticios se relacionan con personajes reales de ese periodo, como el ministro Fernández, el líder opositor Patricio Aylwin (futuro presidente electo de Chile) o el mencionado poeta y compositor Raúl Alarcón. No es un retrato totalmente fiel de la época, sino una ficción de tono optimista y esperanzador. Un homenaje que dedica Skármeta a las personas anónimas que lucharon por la libertad y a los artistas que sufrieron la censura durante los años de la dictadura.
Eyre! magnifico artículo que ha despertado mi curiosidad sobre un autor que no he leído. La época que refleja me interesa especialmente, por lo que no tardaré en hacerme con él.
ResponderEliminarGracias por un descubrimento que hace que mi lista de pendientes aumente de forma exponencial. Por ser tú te lo disculpo.!
Gracias por tu tiempo y por describir tan bien y en un maravilloso artículo las visicitudes de un país: Pronto lo tendré entre manos y te daré las gracias como merece!.
Un besote y fantástico artículo!
Gracias, Sol :)
ResponderEliminarEs una novela breve en extensión y amena, ambientada en un período histórico clave para Chile. Espero tu valoración cuando la leas.
Un beso.
No conocía esta novela, ni la tenía en pendientes (ups), pero por lo que cuentas, la novela está bien, y el tema central se ve interesante ;)
ResponderEliminarSi dices que es amena y breve, y encima Sol está detrás de ella, habrá que pasarla a pendientes ;)
Un beso!
Después de leer tu artículo, me he acordado muy por encima de como en los telediarios nos iban informando de la campaña electoral y de la esperanza que la gente tenía de que ganara el "No".
ResponderEliminarUn artículo muy interesante, Raquel, a mí también me has despertado la curiosidad. ;) Muchas gracias. :)
Un abrazo.
Paula, Ash: estaré atenta a ver qué os parece ;)
ResponderEliminarA propósito: si todavía no habéis leído "Ardiente paciencia", más conocida como "El cartero de Neruda", también de Skármeta, no la dejéis escapar, es deliciosa.
Besos y gracias.