Momo, novela escrita por el alemán Michael Ende publicada en 1973, cuenta la historia de una niña con una cualidad poco común y su lenta huida y victoria sobre los hombres grises, unos extraños seres que con engaños consumen el tiempo de los hombres. El que conoce su historia no la olvida, y el que aún no la conoce desde aquí que sienta un empujoncito para conocerla en palabras de su autor, no se sentirá defraudado.
Por la necesidad de catalogarlo todo Momo está considerada literatura infantil o juvenil, si bien la calificación por edades no la hace mejor ni peor, la etiqueta acota los lectores que disfrutarán de la novela. Curiosamente el tiempo, ese que atesoran con avaricia los hombres grises, es el que nos hace pasar de niños a adultos, y si de niños no leímos el libro ya de adultos difícilmente lo haremos si no somos aficionados a leer literatura infantil. Así que el tiempo, uno de los protagonistas de la novela, también es el que le roba lectores. Curiosa ironía.
Y no es que Momo no sea una lectura infantil y juvenil, que lo es. Los niños entenderán tan bien como los adultos el libro, pero no lo sentirán igual. A ningún niño se le pasará inadvertida la crítica al materialismo en el episodio de la muñeca o la exaltación exagerada que en nuestros días se hace a los personajes célebres en la historia de Gigi, la importancia de la amistad y el saber escuchar con el corazón a los demás en el personaje de Momo, la familia, la imaginación… y todas las reflexiones que el autor encierra en la novela. Una de las cualidades de Michael Ende es que no menosprecia la inteligencia de los niños, y en sus novelas se dirige a ellos como las personas inteligentes que son. Sin embargo los sentimientos que despierta el libro en un adulto y un niño son distintos. Los niños difícilmente sienten que el tiempo se les escapa de las manos, que la vida va acortando más y más los días, y las mañanas se juntan con las noches, y los veranos con los inviernos, y ayer eras niño y hoy peinas canas. En la infancia las horas son largas y el futuro está muy lejos, y saben que se harán mayores, pero no sienten que son mayores y es en esa falta de hostigamiento por parte de los hombres grises en nuestra realidad donde un lector adulto se diferencia de uno infantil. Y es una lástima que la clasificación por edades obstaculice que muchos lectores puedan aprovechar el mensaje sobre la vida y el tiempo que encierra esta gran historia, además de perderse una maravillosa novela.
“porque el tiempo es vida. y la vida reside en el corazón.”
Azucena ¡qué razón tienes! Este era uno de mis libros preferidos de pequeña y muchas noches, al acostarme, lo recuerdo porque siento, a veces, que mi cuenta de los hombres grises es mucho más asta que mi cuenta bancaria :D
ResponderEliminar¡Tengo que leer este libro! ¿Cómo es posible que hasta ahora no me haya llamado la atención? Gracias, Azucena; estoy segura de que me dejará huella.
ResponderEliminarAún recuerdo a los hombres grises que se fumaban el tiempo y a la tortuga que era capaz de anticipar el futuro por cinco o diez minutos. Cuando me leyeron este libro en el instituto (teníamos un profesor que dedicaba una hora a la semana a leernos libros) me gustó tanto que me lo compré y me lo leí otra vez (bueno, realmente me lo leí por primera vez).
ResponderEliminarYo lo leí tarde, con poco más de 20 años, pero me fascinó.
ResponderEliminar¡¡Gracias, Azucena!! Me ha apetecido releerlo y.... redescubrirlo.
Leonita, quizás sólo sea un sentimiento, seguro que cuando lo piensas ya pones remedio para ir bajando la cuenta con los hombres grises y disfrutas de tiempo para ti y los tuyos. Como la lectura, ese es tiempo que le quitas a los hombres grises ¡y el foro! ¡¡mua!
ResponderEliminarSue, espero que te guste si te animas a leerlo, es muy cortito y se lee enseguida. Tengo ganas de leer tus comentarios, seguro que sacas conclusiones muy interesantes. ¡Tienes que compartirlas!
Cuscurro, lo había leído de pequeña pero había olvidado casi todo, a pesar de haberme gustado mucho. Te envidio que recuerdes tus lecturas tan bien. ¡¡Y que curioso vuestro profesor!! También me hubiese gustado que me leyesen en clase.
Hyp :)))))) Gracias a ti por leer el artículo, estás muy ocupada y me he sentido muy halagada de que gastes tu tiempo en esto.
Bueno, gracias a los cuatro por los comentarios y por lo mismo que le he dicho a Hyp.
Yo lo tengo desde hace mil años en la estantería. Recuerdo que me hice con él porque me había encantado la película, pero nunca llegué a leerlo. Creo que voy a tener que aplicarme en su lectura.
ResponderEliminarGracias Azucena :)
Gabo, mis padres también me compraron el libro despues de ver la película. Tengo el recuerdo muy vívido de cuando salimos del cine y lo sorprendida que estaba con lo que acababa de ver, muchas cosas no las había entendido pero estaba impresionada. Pero sólo tengo ese recuerdo, la salida del cine, de la película no recuerdo nada jejejejeje
ResponderEliminarGracias por nada... Gracias a tí :)))))))