El mar como escenario del terror: W. H. Hogson - Conchi Sarmiento

El mar como escenario del terror: William Hope Hodgson

Conchi Sarmiento


William Hope Hodgson (Inglaterra, 15 de noviembre de 1877 – 17 de abril de 1918) fue uno de los precursores del terror moderno, así como de la ciencia ficción, y uno de los autores más relevantes de literatura de terror en el mar.




El 8 de agosto de 1891 un muchacho de apenas 14 años, canijo y poco hecho a la vida marinera –su experiencia más bien era de oídas-, pero sediento de aventuras y henchido de un romántico idealismo de la vida en alta mar, embarcó como aprendiz de cabina en un buque mercante. Pronto, bajo las órdenes de un despótico superior, pagó cara su inexperiencia sazonada de ideales. Aprendió a defenderse y, en consecuencia, fue acusado de insubordinación… y probó las amargas mieles de la soledad y la injusticia. Fueron una adolescencia y una juventud muy duras para quien, desde la perspectiva que dan los años sobre el pasado, afirmara que en el mar hay que ser fuerte y “tener un gusto muy desarrollado por el masoquismo o ser algo corto de mente si se quiere estar a gusto en esa clase de vida”.

Aquel muchacho respondía al nombre de William Hope Hodgson, y si no se hubiera embarcado en busca de experiencias un caluroso día de agosto de 1891, jamás habría creado una obra imprescindible para la historia y la evolución de la literatura universal, pese a la pobre difusión que se le ha dado hasta hace unos años1 Actualmente en España, gracias a la editorial Valdemar y a traductores de la talla de José María Nebreda y Francisco Torres Oliver, podemos disfrutar de su obra. Aunque relativamente, pues de los 45 relatos de terror en el mar que Hodgson publicó, sólo 13 se han publicado en castellano, amén de dos novelas: Los botes del «Glen Carrig» (The boats of the «Glen Carrig», 1907) y Los piratas fantasmas (The ghost pirates, 1909)2

Han sido muy pocos los autores de novelas y cuentos de terror en el mar que antes hayan pasado por ser marinos. Pero Hodgson, que despuntaba en la materia, conocía de primera mano el escenario: no en vano pasó enrolado 8 largos años de su vida –años que marcarían su carácter y sus escritos-. Incluso los conocimientos técnicos que plasma en su obra ambientada en el mar hacen que ésta pueda concebirse como un tratado de navegación del siglo XIX. Configuró un universo marítimo que, si bien es delimitado (no existe una extensa variación de tópicos), denota una imaginación desbordante para crear situaciones, aunque su literariedad sea precaria. H.P. Lovecraft supo verlo, y adoptó sus influencias para crear a sus dioses marinos, sus criaturas tentaculares, antropomórficas o con formas de cefalópodos primigenios, de ojos enormes y picos en lugar de bocas… Incluso su concepción del horror es similar, ya que los personajes de Hodgson y Lovecraft se tienen que enfrentar a un terror que está más allá del Bien y del Mal.

Con respecto al tratamiento del horror para Hodgson, Francisco Torres Oliver3, señala 3 vías de inflexión:
  1. La manifestación de “formas pesadillescas, nauseabundas e impías que surgen de los abismos del mundo”.
  2. El “drama cósmico” del fin de los tiempos.
  3. La “mordedura de la carne”; curiosa expresión que designa la corrupción física del hombre. Se halla presente en muchos de sus relatos marinos, y se relaciona, por ejemplo, con el parasitismo de los árboles funginosos que se alimentan de la vida, en la Tierra de Soledad (primera parada en el periplo de los náufragos de los botes del «Glen Carrig») o con los hongos del relato “La voz en la noche”.
El mar hodgsoniano es hosco, abismal, hostil, desconocido, lleno de presencias fantasmales o monstruosidades de bíblicas dimensiones. Es una naturaleza salvaje unida a los inextricables misterios de lo sobrenatural. Un ejemplo es el Mar de los Sargazos: una vasta extensión de mar totalmente cubierta de masas flotantes que pueden estar a ras de la superficie o a decenas de metros por debajo del nivel del mar. Y barcos, claro. Barcos encallados aquí y allá, solitarios pecios, mudos reclamos que advierten del horror a quienes ya están atrapados en la desolación. Hodgson escribió una serie de historias ambientadas en ese lugar, las llamadas The Sargasso Sea Stories:

* Desde el mar sin mareas
"From the Tideless Sea Part One" (Monthly Story Magazine, 1906)
"From the Tideless Sea Part Two: Further News of the Homebird" (Blue Book Magazine, 1907)

* El misterio del buque abandonado ("The Mystery of the Derelict", Story-teller, 1907)
* "The Thing in the Weeds" (Story-teller, 1912)

* El descubrimiento del Graiken ("The Finding of the Graiken", The Red Magazine, 1913)

* "The Call in the Dawn" ("The Voice in the Dawn", Premier Magazine, en 1920)
Contra ello luchan hasta el final los personajes de Hodgson –en su mayoría, héroes sin nombre- y luchan incluso cuando ya no queda esperanza. Hay personajes que se enfrentan al horror porque no soportan la soledad. Su obra está plagada, impregnada, empapada de una soledad implacable, la soledad del hombre que no es más que una partícula de polvo en las coordenadas especio-temporales, una insignificante chalupa que se mantiene a flote mientras es acunada por apocalípticas tempestades de varios días de duración, que sueña con la soledad de los mares de algas que esconden descomunales criaturas de la mitología de lo tenebroso, fuegos fatuos y gritos en plena noche en alta mar, pecios en medio de la nada oceánica cubiertos de hongos, supuestas naves pétreas, neblinas que llevan a otra existencia, fantasmas que apenas se ven, pero que se sienten… Como dice Hodgson en uno de sus versos:
Tú Que Eres, aunque el hombre no ha sabido describirte”

Lean a Hodgson: lo agradecerán.
1Gracias a la editorial norteamericana Night Shade Books, que bajo el título Collected Fiction of William H. Hodgson ha publicado toda su obra, incluidos textos inéditos. En castellano, es la editorial Valdemar la encargada de hacernos llegar su obra:
-HODGSON, W. H., Trilogía del abismo (Los botes del «Glen Carrig», La casa en el confín de la Tierra, Los piratas fantasmas); trad. Nebreda, J. Mª y Torres Oliver, F. Ed. Valdemar, Madrid, 2005.
- HODGSON, W. H., La nave abandonada y otros relatos de terror en el mar, trad. Nebreda, J. Mª , ed. Valdemar, Madrid, 2006.
- HODGSON, W. H., Un horror tropical y otros relatos, trad. Nebreda, J. Mª, ed. Valdemar, Madrid, 1999.
2 Ambos publicados en la editorial Valdemar.
3 En su introducción a La casa en el confín de la tierra de W. H. Hodgson, Valdemar, 2009.

2 comentarios:

  1. Sólo le he leído "Los piratas fantasmas", pero recuerdo claramente el ambiente monstruoso e incluso perverso que tan bien describes en tu artículo. Por cierto que sabía de su influencia en Lovecraft. :=0

    Beso.

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  2. Yo he sido víctima de una cuantas lecturas de Hodgson por influjo de Conchi y tengo que reconocer que he disfrutado como un enano con ellas, aunque también que he tenido recelo a la hora de enfrentarme a otras.

    En todo caso, un artículo muy interesante, Conchi. Y coincido con Hodgson en que el oficio de marino conlleva un punto de masoquismo XD

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