Durante los años sesenta, en la denominada «época de
normalización» en la Checoslovaquia comunista, Hrabal, -del
que se hablará en adelante-, fue represaliado pese a no ser uno de
los firmantes de la «Carta 771»,
siendo expulsado de la Asociación de Escritores Checos y retirándose
su obra de librerías y bibliotecas. Se vio obligado así a publicar
sus textos como (la magistral para mí) Una soledad demasiado
ruidosa (Příliš
hlučná samota,
1976), de forma
ocasional en tiradas reducidas, lo que se conoció como ediciones
«samizdat2»
(publicaciones al margen de la ley), cuando sus novelas anteriores
siempre habían agotado sus tiradas poco después de ponerse a la
venta. ¿Qué esconde la literatura de este escritor tardío?, ¿Acaso
sea la mera exposición de una libertad en su estado más primigenio?
Veámoslo.
Nacido el 28 de marzo de 1914 en Brno (Checoslovaquia) y fallecido el 3 de febrero de 1997 en Praga (República Checa) tuvo que abandonar los estudios de Derecho por la ocupación nazi. Aunque a finales de la década de 1940 había comenzado a escribir poesía y relatos cortos, se le considera un escritor tardío pues no será hasta 1963 cuando se publique su primera obra La perla en el fondo (Perlička na dně), escribiendo posteriormente libros que le proporcionarán fama mundial. Su obra ha sido traducida a 24 idiomas (es uno de los autores checos más traducidos del siglo XX, junto a Milan Kundera y Franz Kafka) y popularizada, también, gracias a los filmes del director checo Jiří Menzel cuyos guiones se basaron en los textos del escritor como, por ejemplo, Tijeretazos (Postřižiny), o Fiestas de campanillas blancas (Slavnosti sněženek). Algunas películas como Trenes rigurosamente vigilados3 (Óscar a la mejor película extranjera en 1967), o Alondras en el alambre (León de Oro en el festival de Berlín en 1989) consiguieron para Hrabal una gran repercusión internacional. Interesantes las palabras del director:
Jiří Menzel |
«Hrabal describió muchos horrores y bestialidades de la vida sin asomo de depresión o desesperación; al contrario, nos enseñó a prepararnos para aguantar sus durezas sin perder el sentido del humor. Su amor por la vida fue sobrio: no la separaba de la muerte; y su amor por la gente estaba desprovisto de cualquier sentimentalismo: amaba a las personas tales como eran, con sus fallos y sus vicios.» Jiří Menzel.
Respecto a la novela en la que se basó Yo serví al rey de Inglaterra, afirma lo siguiente:
"Amé y admiré la prosa de Bohumil Hrabal desde el primer momento en que la descubrí. No obstante, nunca fue mi deseo el llevar a la gran pantalla una mera ilustración en color de sus narraciones épicas. Más bien, intenté expresar y conservar, lo mejor que pude, la esencia del estilo narrativo de Hrabal, e interpretar su voz a través del lenguaje cinematográfico. Quería ponerme al servicio de un gran escritor haciendo llegar su obra a la mayor cantidad de gente posible, es decir, a los espectadores en el cine y la televisión. Durante más de treinta años, mi trabajo ha estado unido al de Bohumil Hrabal. La novela Yo que he servido al rey de Inglaterra es para mí uno de sus mayores logros. Una visión del mundo moderno y una parte de la historia del siglo XX reflejadas en la vida de un hombre. Mi principal objetivo al llevar esta historia a la gran pantalla era ser fiel a la respuesta lírica, aunque sin sentimentalismos de Hrabal ante dicho mundo".
Aquí se hace un inciso para explicar algunos problemas de precisión
sobre su biografía y obra. He encontrado disimilitud en cuanto al
lugar de nacimiento, sobre el título de su primera publicación, el
asunto de su muerte, o sobre el nombre, sin más, de la taberna que
tan alegremente frecuentaba. A mi parecer nada de lo anterior es
relevante para acercarnos a este magnífico escritor checo, pero sí
quiero mostrar con el artículo mi más sincero ejercicio de humildad
y énfasis de enmienda a posible dislocación inoportuna (¿no lo son
todas?) que pudiera encontrarse en el escrito. Dicho lo anterior,
continuo.
Bohumil Hrabal ejerció múltiples oficios:
durante la Segunda Guerra Mundial trabajó como empleado ferroviario,
fue tramoyista, cartero y obrero metalúrgico; además, estuvo en una
planta de reciclaje de papel de libros censurados. Todo este catálogo
de empleos aparecerá de una u otra manera en sus novelas, pues como
él mismo dice: “Creo que fui honrado cuando di testimonio de la
Segunda Guerra Mundial desde mi puesto de ferroviario, aquellos
acontecimientos que horrorizaron mis ojos incrédulos ante tanta
barbarie, y una vez acabada la guerra, vi cerca y dentro de mí tanto
bello horror y participé en tantos sufrimientos amorosos que todo
aquello aún hoy no me deja dormir tranquilo, y es que mi vida, en
apariencia aburrida y corriente, contiene en el fondo bastante
dramatismo”.
Pese
a
ser un escritor digno de admiración, Hrabal,
se mantenía distante de la fama. Le gustaba pasar su tiempo en la
cervecería de Praga “El Tigre de Oro”, bebiendo su cerveza
preferida “Pilsner” o gozar de la vida en su chalet, situado en
Bohemia del Este:
“No quiero tener ninguna placa conmemorativa, pero en el caso de que la instalen en un edificio, que la coloquen a la altura donde orinan los perros“.
Su singular y poética narrativa es considerada entre la más bella literatura europea a pesar de estar marcada por el contexto de la guerra. “Escribir, decía, sólo requiere un poco de cara para las primeras líneas y luego todo se deshila como un viejo jersey enganchado. Y, de repente, la nariz huele a cebolla, y el oído, la risotada a su vera, y el pensamiento se desliza por una mujer”. Sus primeras obras estarán compuestas por pequeñas historias y anécdotas (algunas de ellas contadas por su locuaz tío) de irrefrenable comicidad y asociaciones surrealistas. De esta época cabe resaltar Clases de baile para mayores y alumnos aventajados (Tanecní hodiny pro starsí a pokrocilé, 1964), experimental obra constituida por una infinita frase inacabada. En el prólogo a la obra dice: “Mi tío Pepin fue un héroe, tanto en la vida como en Clases de baile para mayores; él fue mi musa, provisto de una botella y un embudo”.
|
"Allí donde fallo yo como hombre, fallan también mis personajes literarios. Por otro lado, ellos sienten orgullo por las mismas cosas que yo, es decir, por los pormenores cotidianos de la vida".
“Mi literatura, mis textos no son nada más que la búsqueda de mi tiempo perdido, una búsqueda que me deja boquiabierto y me divierte; es por eso que doy tanta importancia al hecho de que mis textos sean entretenidos: porque me divierten a mí mismo en la dificultad de la búsqueda”, dice Hrabal.
En
sus inicios como escritor, Hrabal
se inspiró en autores como Lous-Ferdinand
Céline
y
Giuseppe
Ungaretti,
siendo también un gran admirador de
James
Joyce,
de cuya obra podía evocar pasajes completos. Escritor
prolífico, sin duda el más original
de las letras checas de la segunda mitad del siglo XX, aflora
en Bohumil Hrabal una visión de la vida satírica y absurda,
gran facilidad narrativa, y una maestría para combinar humor y
tragedia, realidad y comedia. En ese sentido, entronca con la
tradición picaresca del escritor checo Jaroslav
Hašek
y su inacabada novela El
buen soldaddo Švejk,
aunque
también podemos decir que sus obras son emotivas, tiernas
y alegres.
Tenemos así a Hanta, protagonista de Una soledad demasiado
ruidosa, un empleado del gobierno encargado de triturar libros.
Una tarea que para muchos sería más bien monótona se convierte
para este ermitaño en una continua obra de arte manifestando una
relación absolutamente amorosa con los libros que destruye por
oficio pero que salva por pasión. Meticuloso en la preparación de
sus tandas de papel, -así, por ejemplo, un Don Carlos de
Schiller con Ecce Homo de Nietzsche, abiertos
ambos en una página particular y cubiertos por una impresión de
Gauguin-, no es
casual que en una época de gran censura en Checoslovaquia, Hanta
“salve” algunos libros refugiándolos en casa. O en su obra
Trenes
rigurosamente vigilados
uno de los operarios es severamente castigado por sus superiores
alemanes porque una noche, en horario laboral, entra a la oficina del
responsable de la estación y se dedica a poner sellos oficiales en
las piernas y nalgas de Zdenka,
la telegrafista.
Después
de
la invasión soviética en 1968, Bohumil
Hrabal,
se convirtió para el régimen comunista en “persona non grata”.
Pese a ello, no dejará de escribir intensamente, sobresaliendo tres
novelas que quizás representen la cumbre de su producción
literaria: Tierno
bárbaro
(Nezný barbar, 1973), obra publicada sólo en el extranjero
que tiene como protagonista a su amigo el pintor y poeta Vladimír
Boudník,
y que relata las
aventuras picarescas e inverosímiles de él y sus amigos —uno de
ellos el propio Hrabal— en la Praga de mediados del siglo
XX; Yo que he servido al rey de Inglaterra (Obsluhoval jsem
anglického krále, 1971), describe con una mirada irónica pero
también cómica la ascensión y caída de un joven aprendiz de
camarero retratando un período crucial en la historia de
Checoslovaquia que incluye la ocupación del país por los nazis, el
período posterior a la guerra, la nacionalización o el
encarcelamiento de los antiguos millonarios; y la ya nombrada Una
soledad demasiado ruidosa (Příliš hlučná samota,
1976), un amargo monólogo de un trabajador de un almacén de
reciclaje de papel frente a un mundo que cambia de manera
inexplicable con un gran trasfondo metafísico sobre el lugar del
hombre en la sociedad, con una visión aún más radical que la de su
conciudadano Kafka. De
entre todas sus obras, ésta era su preferida. “Hice la síntesis
de dos personajes, el obrero
que prensa los papeles desde hace 35 años, que existía realmente, y
yo mismo. Le di mi alma. Se trata de un personaje sintético que es
capaz de explicar el tiempo en que viví y es capaz de unir el
presente y el pasado”, decía
Hrabal.
De
entre sus restantes títulos sobresale la trilogía y autobiografía
novelada, Bodas en casa (Svatby v domě, 1986-1987), un
irónico e implacable autorretrato cuya narradora es su esposa,
Eliska, anteriormente fallecida, y otras personas de su entorno, así
como por el propio autor. Con esta trilogía obtuvo en 1993 el Premio
Jaroslav Seifert
de literatura, el galardón checo más prestigioso. La
concesión de este premio se interpretó como la reconciliación de
dos grupos antagonistas, el liberal y el intransigente, que durante
los años anteriores a la caída del comunismo debatían la postura
moral del escritor ante el régimen. “A finales de los años
cuarenta”, dijo en 1993 el escritor, “milité durante medio año
en el Partido Comunista y sólo por eso me siento responsable de todo
lo que hicieron los comunistas. Me culpo de las barbaridades que
cometió el partido. Uno de mis credos es entonar el mea culpa,
ya que moralmente nunca me he sentido del todo limpio en el campo
político”.
En España, la editorial Destino ha publicado varios títulos de su obra. Monika Zgustová autora de una biografía sobre Hrabal, Los frutos amargos del jardín de las delicias, considera la mayor cualidad estilística y estética de Hrabal su afán por crear siempre cosas nuevas. “Quiso ir más allá de Kafka, más allá de Joyce, más allá de Proust... y más allá de sí mismo. Por eso siempre que lo leemos nos parece tan novedoso. Cada libro suyo es distinto a los demás. Hrabal es un collage de humor, de tragedia y de vitalidad”.
No puedo estar más de acuerdo con ella.
“En el lugar de nacimiento para sus fieles lectores” |
Notas:
1. La
Carta 77
fue una declaración que pedía a los dirigentes de Checoslovaquia
adherirse a los principios que se habían comprometido a ratificar en
la Declaración de la ONU sobre los Derechos Humanos. Fue el primer
núcleo de resistencia organizada contra el régimen, seguido por "no
marxistsas” y gente de la llamada "zona gris", o gente de
las estructuras oficiales, y se componía de una multitudinaria masa
de artistas, científicos, periodistas y funcionarios que estaban en
contra del régimen pero que no manifestaban abiertamente su
oposición por temor a perder su empleo.
2. Samizdat
Etimológicamente, la palabra samizdat
proviene de la raíz sam
(en ruso: сам, "por sí/uno mismo") y izdat
[en ruso: издат, apócope de издательство
(izdátelstvo)
"editorial"], significando por lo tanto,
"auto-publicación". Fue la copia y distribución
clandestina de literatura prohibida por el régimen soviético y, por
extensión, también por los gobiernos comunistas de Europa Oriental
(Bloque del Este) durante la denominada Guerra Fría. De esa manera,
muchas veces los disidentes lograban sortear la fuerte censura
política. Esencialmente, las copias de texto samizdat,
como la novela El
maestro y Margarita
de Mijaíl Bulgákov o el escrito de Václav Havel "El poder de
los sin poder" se pasaban de mano en mano entre amigos y
conocidos.
3. Publicada
en 1965, e inspirada en hechos reales, el relato acerca de un
guardagujas y su aprendiz bajo el telón de fondo de la ocupación
nazi en Checoslovaquia sucede en el protectorado de Bohemia y
Moravia, cuando un grupo de guerrileros atracan
un tren alemán de municiones cerca de la estación de Stratov.
Representa
una historia entrañable de la Segunda Guerra Mundial, sobre la
resistencia contra los ocupantes nazis.
FUENTES:
http://www.elcultural.com/noticias/letras/Bohumil-Hrabal-el-plus-ultra-de-la-literatura-checa/6093
1
La
Carta 77
fue una declaración que pedía a los dirigentes de Checoslovaquia
adherirse a los principios que se habían comprometido a ratificar
en la Declaración de la ONU sobre los Derechos Humanos. Fue el
primer núcleo de resistencia organizada contra el régimen, seguido
por "no marxistsas” y gente de la llamada "zona gris",
o gente de las estructuras oficiales, y se componía de una
multitudinaria masa de artistas, científicos, periodistas y
funcionarios que estaban en contra del régimen pero que no
manifestaban abiertamente su oposición por temor a perder su
empleo.
2
Samizdat
Etimológicamente, la palabra samizdat
proviene de la raíz sam
(en ruso: сам, "por sí/uno mismo") y izdat
[en ruso: издат, apócope de издательство
(izdátelstvo)
"editorial"], significando por lo tanto,
"auto-publicación". Fue la copia y distribución
clandestina de literatura prohibida por el régimen soviético y,
por extensión, también por los gobiernos comunistas de Europa
Oriental (Bloque del Este) durante la denominada Guerra Fría. De
esa manera, muchas veces los disidentes lograban sortear la fuerte
censura política. Esencialmente, las copias de texto samizdat,
como la novela El
maestro y Margarita
de Mijaíl Bulgákov o el escrito de Václav Havel "El poder de
los sin poder" se pasaban de mano en mano entre amigos y
conocidos.
3
Publicada en 1965, e
inspirada en hechos reales, el relato acerca de un guardagujas y su
aprendiz bajo el telón de fondo de la ocupación nazi en
Checoslovaquia sucede en el protectorado de Bohemia y Moravia,
cuando un grupo de guerrileros atracan
un tren alemán de municiones cerca de la estación de Stratov.
Representa
una historia entrañable de la Segunda Guerra Mundial, sobre la
resistencia contra los ocupantes nazis.
Un excelente artículo. Me ha encantado :)
ResponderEliminarUn artículo muy mono. Me encanta este autor. Gracias por ofrecernos una perspectiva distinta de su vida y de su obra.
ResponderEliminarIsma
Gracias a los dos, Arden e Isma. Lo cierto es que he disfrutado mucho investigando sobre Hrabal. Aunque lo que realmente aconsejo es acercarse a su original y entrañable obra.
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