Leer sobre la II República Española - Jesús Rojas (Juanfran)



Es tan interesante elegir leer sobre la II República como decidir qué libro es más adecuado para ilustrarse. Todo lo escrito sobre aquel periodo, tan de actualidad pese a su lejanía temporal, puede quedar al antojo del «escritor común» que, de un tiempo a esta parte, nos trasmite las bondades de un episodio histórico que finalizó con una sangrienta guerra civil y una duradera dictadura.

Si ese repaso histórico tan republicano, además, quiere efectuarse amenamente y sin agobios, es decir, por medio de la novela, debe tomarse una precaución añadida: lo novelado tiene autorización para fantasear.

Puestos a orientarse en novelas ambientadas en la II República, sería una perogrullada decir que la mejor disposición es elegir a autores que la vivieron –antes que a otros que la estudiaron–, y, también una simpleza del mismo orden, aconsejar a decidirse por obras cúspides del vivido autor, antes que por composiciones secundarias.

Entre los libros cumbres, y como grandes emperadores de las novelas, destacan las sagas, y nuestra II República tuvo la fortuna de contar con algunas y muy buenas, desde luego.

Cuatro son las sagas, o tres y media tal vez, que me vienen a la memoria, de destacados autores que vivieron la República. Escribió Arturo Barea una, otra la hizo Gironella, por aquel entonces se le unió Torrente Ballester con la suya, y, más recientemente, Ramiro Pinilla. A este último le concedo el extraño privilegio de «la media», porque empecé a leerla, y aún no he encontrado conexión con la II República pese a que me han dicho que sí, y, de momento, me lo creo.



A fecha de este artículo, me alegra decir que he leído dos y tercia –la tercia es la primera parte de Valles verdes, colinas rojas de Ramiro Pinilla–, y de una de las dos cuya lectura tengo completa, me siento casi en «obligación de lector» de incidir en este artículo. El olvido de los años, creo yo, la ha recordado demasiado.

En los años 50 y con el descontento de la censura de la época, aunque al menos sí con su autorización, llega a las librerías Los cipreses creen en Dios y con ella el inicio de la historia de la familia Alvear. A la II República solo dedica el primero de los tomos, pero el clan gerundense dio para tres libros más que coparon los catálogos editoriales durante más de tres décadas.

Abril de 1931 fue un mes recibido con júbilo en el entorno de los Alvear, sin embargo, vieron con desagrado la sucesión de los primeros gobiernos y con terror el último. Una coyuntura que debió de ser tónica general en la sociedad de aquella época, y que Gironella supo reflejar magistralmente con sus letras.



José María Gironella fue un tránsfuga del ejército republicano, «cojo del pie derecho más que del izquierdo», romántico hasta tener el detalle de dedicarle un Premio Nadal a su esposa como regalo de bodas, y escritor de la que, para mí, ha sido una de las cinco mejores novelas que se escribieron en la España del s. XX, aunque, muy a su pesar, versara sobre la II República a la que, yo creo, no guardaba especial aprecio.

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