¡Muuu! de David Safier - Miguel Ángel Maroto (topito)




El último escrito de David Safier es la leche; una fresca y natural, directa, nada de entera, semi o desnatada. Un texto extraído directamente de las vacas alemanas, de sus experiencias y anhelos, donde nos habla de la felicidad, la esperanza, la fe y la solidaridad. Sin embargo, no crean que, por ser germanas, afrontan estos temas de forma diferente al resto de la comunidad vacuna internacional. No, ni mucho menos. Ellas, como las españolas o las del resto del mundo, afrontan el compañerismo, la hostilidad, el miedo, el recelo, la religión, el ateísmo, la pasión y el engaño de igual manera que el resto de su comunidad internacional, pues estos son temas universales que no conocen patria. Por ello, esta oda a la búsqueda de la felicidad es tan recomendable para una vaca como para el resto de especies de nuestro universo. Así pues, yo les pregunto: «¿A qué esperan para leerlo?».


En la actualidad, David Safier es el máximo exponente de la literatura humorística.  Nació en Alemania… Sí, han leído bien: es alemán. Sí, sí, alemán. Y no me miren así, cosas más extrañas se han visto. No obstante, para su tranquilidad, les diré que él mismo sabe que lo piensan. Por ello, en una de sus entrevistas nos dijo que «los alemanes no siempre están serios y comiendo col hervida». Y razón no le falta, pues también sabemos que beben cerveza. Sí, ¡mucha cerveza! Hasta tienen un mes en el cual lo hacen a lo grande, por lo que consiguen —al menos una vez al año— ser realmente graciosos. Así pues, tras leer ¡Muuu!, la última novela de David Safier, estoy casi seguro que junto al teclado siempre tiene una buena jarra de cerveza alemana. Lo que ya no estoy tan seguro es si escribe sus novelas durante el mes de octubre… En fin, dejemos la cerveza a un lado y vayamos a lo que nos interesa: las vacas.

En nuestra patria, las que mejor conocemos son las gallegas, asturianas y suizas; estas últimas más bien por aquel anuncio de chocolate, ¿lo recuerdan? Sin embargo, las que conoce el autor a la perfección son las de su patria, como es lógico. Por tanto, no nos puede extrañar que ¡Muuu! lo protagonice un grupo heterogéneo de vacas de Cuxhaven, ciudad norteña alemana.


David Safier no hace esperar a su público y, tras la primera página, detona el conflicto que mueve su novela. Una detonación que capta con maestría la atención del lector: Lolle, una vaca inmensamente feliz, entra rauda al establo huyendo de la inminente lluvia; una pésima decisión, pues aquel acto provocará que su actual felicidad se desvanezca por completo: Champion, su fornido, hermoso y gallardo toro, está montando a Susi, la vaca con el cencerro más aireado del rebaño. Cierto es que Susi tiene las ubres más hermosas, firmes, surgentes, apetecibles… del rebaño. Ahora bien, ¿eso exime a su novio de aquel acto?... Si preguntáramos a los toros de su vacada drirían que sí; los de fuera, lo ratificarían, y hasta algún que otro amante de las vacas también lo haría; pero, una vaca que se precie, que tengan las ubres bien puestas, nunca lo excusaría. De tal modo que Lolle, tras el coloquio con su novio —unos de los más humorísticos de la obra—, huye de aquel lugar como llegó: rauda. No obstante, algo en su interior ha cambiado: la desdicha ha rebatado el lugar que hasta ese momento ocupaba su inmensamente felicidad.


Aquella huida acaba con el inesperado encuentro de Lolle con un gato trotamundos e italiano; y ya sabemos cómo son los gatos italianos: melosos con las hembras y farfulleros con los machos. No obstante, puedo asegurarles que llegarán a cogerle cariño. ¿Quién no tiene un amigo italiano?... Bueno, bien: también les admito argentino. Pues eso: le cogerán cariño. Gracias a él, Lolle descubre la existencia de un lugar muy lejano donde veneran a las vacas: ¡la India! Además, tras este descubrimiento, averiguaran que el granjero venderá la granja al día siguiente, convirtiéndose la vacada en carne de hamburguesa.

Bien, llegados a este punto, tenemos una protagonista con un conflicto por resolver: encontrar de nuevo la felicidad y además una posible solución: viajar a la India. Con estas premisas, puede que ustedes piensen en que les insto a leer un libro de autoayuda. ¡Ni mucho menos! Es más: les aseguro que en mi vida diaria, mientras busco mi propia felicidad y superación personal, suelo desechar ese tipo de lecturas; es mi forma de auto-ayudarme. En realidad, ¡Muuu! es una fábula humorística, mordaz, crítica e ingeniosa, donde David Safier no sólo nos habla de la felicidad sino de temas tan controvertidos como la religión o el ateísmo, la homosexualidad o el racismo. Eso sí: de una forma amena y divertida, pues si no nos tomamos el mundo a risa, con sentido del humor, más valdría córtanos las venas; por eso, cuando yo veo el telediario, intento tener los cuchillos bien guardados en el cajón de la cocina.

Pues bien, ahora, cuando vayan a la cama tras leer este artículo y cenar sin cuchillos mientras ven el telediario, aferren con fuerza las tapas de ¡Muuu!, pues les aseguro que el mal humor acumulado durante el día se desvanecerá y acabaran durmiendo con una sonrisa en la cara.

¡Ah! ¡Esperen! No se vayan todavía… Se me olvidaba una última cuestión: el título del libro.

Por razones de marketing se ha dejado en el idioma vacuno. No obstante, David Safier, en la última página del libro, lo traduce. ¿Quieren que se lo diga?
¿Sí?... ¿En serio?... Si quieren, no se lo digo.
Bien, de acuerdo, pues ahí va.
El verdadero significado de ¡Muuu! es...

¡Dios, la cena!  No me acordaba de ella.
¡Qué susto me he dado cuando he visto salir el humo de la cocina! Por poco tiro la jarra de cerveza sobre el teclado. Bien, si me disculpan, voy veloz a la cocina y quito las hamburguesas del fuego y regreso. Es sólo un momento, ¿de acuerdo?
Y repito: ¡perdónenme! Por favor, ¡perdónenme! Si eso, mientras tanto pueden comenzar a leer el libro, no creo que lleguen a la última página antes de que vuelva. 
Son ustedes muy amables. Después, continuamos. Y, sobre todo, gracias, muchas gracias por su comprensión.
Vayan leyendo, venga. ¡Vayan leyendo!



 
 


 


1 comentario:

  1. Este libro es el que menos me gusto y el que veo mas flojo del autor. Me costo terminarlo y se me hizo un poco cuesta arriba. Para mi el mejor sigue siendo Yo, mi, me, contigo.

    Saludos

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