Aquí comienza la historia. Cuenta cómo entré en posesión del Libro Sangriento y conseguí el Orm. No es una historia para personas de piel delicada y nervios débiles, a las que me gustaría recomendar que volvieran a dejar este libro sobre el montón y se largaran al departamento de libros infantiles. Vamos, vamos, desapareced, bebedores de té de manzanilla y lloricas, ¡aquí se habla de un lugar donde leer sigue siendo una auténtica aventura! Y defino aventura, al estilo antiguo, según el Diccionario Zamónico: “Una empresa temeraria realizada por ansia de investigación o arrogancia; con aspectos amenazadores para la vida, peligros imprevisibles y, a veces, resultado fatal”.
Walter Moers, escritor y dibujante de cómics alemán, nos regala a través de este libro un maravilloso mundo poblado por personajes fantásticos, obsesionados hasta tal punto por la lectura y los libros que el viaje que se nos ofrece resulta delirante y fabuloso a partes iguales. Alejado de las convenciones, de lo políticamente correcto, Moers crea un mundo y unos personajes que conmueven, que se hacen amigos tuyos rápidamente y también enemigos feroces.
La ciudad de los libros soñadores, ilustrada también por Moers, es la cuarta de la serie de libros Zamonians, aunque en español únicamente se ha publicado esta entrega. El libro se encuentra dividido en dos partes y está narrado en primera persona por un protagonista muy peculiar y cuyo descubrimiento ya asombra desde el principio, anticipándonos que no es una historia fantástica al uso.
Catalogado en un principio como una novela infantil o, por lo menos, juvenil, el libro es mucho más que eso, puesto que en sus páginas descubrimos continuos guiños hacia una realidad, la nuestra, que no nos puede dejar indiferentes. De ahí los nombres de los muchos autores que pueblan el libro y que no son más que anagramas de escritores de nuestra vida real. Aunque eso no se descubre hasta el final del libro, cuando nos lo cuenta Moers, la lectura puede resultar más divertida intentando identificar unos con otros.
Estructurado en dos partes, en la primera, titulada El legado de Danzarote, nos encontramos con Hildegunst von Mythenmetz, un “joven” dragón de setenta y siete primaveras” que, tras recibir de manos de su padrino literario, Danzarote Tornasílabas, un misterioso manuscrito maravillosamente escrito, parte en búsqueda del autor a la ciudad de Bibliópolis. Allí conviven seres de lo más variopinto, todos animados por un solo afán: los libros. Por ellos y con ellos viven. Por ellos algunos se convierten en los temidos cazadores de libros, cuyo único objetivo es hacerse con los libros de la Lista Dorada. Y por ellos, algunos sueñan con hacerse inmensamente ricos y poderosos tramando toda serie de artimañanas y maldades con tal de conseguir su fin. Y Mythenmetz tropieza con ellos, no podría ser de otro modo.
En la segunda parte, Las Catacumbas de Bibliópolis, nuestro protagonista, engañado y encerrado en las catacumbas de la ciudad, intenta regresar a la superficie pero encuentra un fascinante mundo oculto poblado por misteriosas criaturas, los librillos, verdaderos guardianes de los libros y de lo que en sus páginas se esconde, que lo acogen y le enseñan los secretos que se ocultan en las catacumbas. Tras numerosas aventuras y desafortunados encuentros, Mythenmetz, ayudado por el enigmático y legendario Rey de las Sombras, descubre lo que ha venido a buscar a Bibliópolis y la historia se cierra con un final a la altura de todo lo que se ha leído. No en vano, uno de los principales consejos que Danzarote da a su pupilo es que “lo que importa no es cómo empieza una historia. Ni como termina. Lo importante es lo que pasa en medio”. Moers adopta esta máxima y nos ofrece una historia redonda con un principio y un final y un “en medio“ fascinantes.
Hay que dejar que las palabras escritas por Moers se nos metan en la piel y permitirle que nos adentre en el maravilloso mundo de Zamonia y que vayamos de la mano del protagonista para alcanzar asimismo, en la medida de nuestras posibilidades, el Orm.
Sí, hablo de un lugar donde leer te puede llevar a la locura. Donde los libros pueden herir, envenenar, incluso matar. Sólo quien esté realmente dispuesto a aceptar esos riesgos por leer este libro, quién esté dispuesto a jugarse la vida para participar en mi historia deberá seguirme al párrafo que sigue. A todos los demás los felicito por su decisión cobarde pero sensata de quedarse atrás. ¡Que os vaya bien, gallinas! Os deseo una existencia larga y mortalmente aburrida y, con esta frase, me despido.
Un libro indispensable para los amantes de la lectura y de lo libros :D Una auténtica joya que hará las delicias de niños y mayores. Moers tiene una imaginación desbordante que nunca deja de asombrar :-D
ResponderEliminarQué buena pinta, Lifen!!! Hay que buscarlo!! Gracias!
ResponderEliminarMe ha encantado el inicio, y me ha enganchado para el resto de la lectura. Está muy bien escrito, Lif, no sé porqué nos lloras tanto en los concursos de relatos acerca de escribir, y luego compruebo que escribes de maravilla. Tienes que hacer caso a las palabras de Moers y jugarte la vida con un relato, a riesgo de tu cordura y de tu paz de espíritu :D.
ResponderEliminarAhora ya en serio, me apunto inmediatamente este libro y este autor, que desconocía absolutamente. Supongo que con eso te haces una idea del éxito del artículo...
Besos