Considerado el padre de
la literatura japonesa moderna, Natsume Sōseki, novelista, poeta y ensayista,
fue uno de los autores más destacados de la era Meiji (1868-1912), una época de
profundos cambios políticos, culturales y sociales en Japón, que salía del
aislamiento autoimpuesto durante dos siglos y medio, dejando atrás el régimen
feudal de los Tokugawa y transformándose en apenas unas décadas en una de las mayores
potencias mundiales.
Los escritores
de este periodo se encontraron ante la necesidad de adaptarse a los nuevos
tiempos y a la realidad que había surgido. Renovaron las técnicas narrativas y
revitalizaron el lenguaje escrito en un estilo más cercano al habla auténtica.
Estos pioneros bebieron de las fuentes occidentales, de las que tomaron modelos
que pasaron por el fino tamiz del lirismo oriental. La moderna literatura
nipona combinó elementos de los tradicionales monogatari con la
penetración psicológica de la novela europea y rusa.
Natsume
Kinnosuke (nombre real de Natsume Sōseki) nació cerca de Edo (Tokio en la
actualidad) en 1867, el año previo a la Restauración Meiji. El cambio de
régimen y la apertura de las fronteras supusieron la entrada de las influencias
extranjeras y un proceso de modernización del país en orden a la consecución
del progreso industrial, tecnológico y cultural. En este contexto, el joven
Kinnosuke, tras recibir una educación tradicional y ser instruido en los
clásicos chinos y japoneses, decidió estudiar lengua y literatura inglesas en
la Universidad Imperial de Tokio, convirtiéndose en uno de los primeros
estudiantes en graduarse en esa recién implantada especialidad.
Durante esta
etapa dio sus primeros pasos en la creación literaria: compuso poesía en chino
(kanshi) y japonés (haiku). Fue entonces cuando adoptó el seudónimo de Sōseki, que se traduce como "terco".
Tras
licenciarse en 1893, ejerció como profesor de educación secundaria en varias
escuelas de provincias. Estas experiencias servirían como base para su futura
novela Botchan.
1900 marcó un
punto de inflexión en su vida: viajó a Inglaterra enviado por el Ministerio de
Educación con la misión de perfeccionar sus estudios. Permaneció dos años en
Londres, pero su estancia no fue fácil, Sōseki
recordaría esa época como la más miserable y solitaria de su existencia. Pasó
apuros debido a la escasa asignación de la beca y nunca llegó a adaptarse al
entorno. Se sentía como "un mendigo vagando por Westminster". La
depresión y la frustración por los fallidos objetivos marcados desencadenaron
una crisis nerviosa. A pesar de todo, durante esos meses, en los que leía con
avidez recluido en el cuarto de su pensión, desarrolló sus ideas y reflexiones
sobre literatura, que recogería posteriormente en su Teoría de la Literatura
(editada en 1907).
A su regreso a
Japón a principios de 1903, ocupó el puesto de profesor de Literatura Inglesa
en la Universidad Imperial de Tokio en sustitución del célebre Lafcadio Hearn.
Por esas fechas publicó relatos y haikus en revistas e iniciaba propiamente su
carrera como escritor.
En 1905
apareció en la revista Hototogisu una historia corta que tuvo continuidad a
raíz de la excelente acogida recibida. De este modo nació Soy un gato
(o Yo, el gato), novela satírica caracterizada por su novedosa voz
narrativa, la de un gato recogido de la calle por una familia de clase media.
Este felino sin nombre es un espectador que analiza el comportamiento de los
humanos que le rodean: el dispéptico profesor Kushami (quien posee rasgos del
propio Sōseki), sus familiares y sus excéntricos amigos, que representan distintos tipos
de la sociedad burguesa de la época. La publicación improvisada y por entregas
explica la estructura ligeramente desordenada de la novela, formada por una
sucesión de escenas anecdóticas.
Ese mismo año escribió otras piezas breves, como La Torre de Londres y El Museo Carlyle, inspiradas en sus
vivencias londinenses, o Kairo-ko, una revisión de las leyendas
artúricas, la más occidental de sus historias.
Igualmente serializada en Hototogisu, pero más
cohesionada que Soy un gato, es su siguiente novela, la referida Botchan (1906). Narra en tono tragicómico las peripecias de un joven tokiota de carácter impulsivo,
enviado a la isla de Shikoku para impartir clases en una escuela. Allí tendrá
que lidiar con la oposición de sus colegas y sus alumnos, con quienes se
producirán fricciones continuas.
La almohada de
hierba (1906), es, en palabras del autor, una novela-haiku.
Se trata de una obra experimental en la que el aspecto estético predomina sobre
la trama.
En 1907, tras
el éxito cosechado con sus primeras novelas, Sōseki tomó la decisión de abandonar la docencia para dedicarse por
completo a la literatura y aceptó el contrato ofrecido por el periódico Asahi
Shimbun. A partir de entonces, publicaría narraciones breves y otras más extensas por entregas, generando una prolífica producción.
Uno de sus
primeros trabajos para Asahi fue Los sueños de
diez noches (1908), una colección de piezas de tintes oníricos. Con ella arranca la fantasía japonesa moderna.
De esta época es también la llamada “primera trilogía”, compuesta por Sanshiro, Daisuke y La puerta.
Sanshiro
(1908) es una bildungsroman, una
novela de iniciación que relata las aventuras del personaje que da nombre a la
novela, un ingenuo muchacho que se traslada desde Kyushu a la capital para
estudiar en la Universidad. En cierto
modo reverso de Botchan, muestra en
clave de humor el contraste entre el mundo rural y el de la gran ciudad, pero en esta ocasión desde el punto de vista de un chico de campo en el ambiente universitario tokiota.
En
este punto se observa una evolución: la sátira costumbrista de novelas
tempranas como Soy un gato, Botchan o Sanshiro da paso a historias de mayor profundidad psicológica, con un estilo más minimalista y depurado e
impregnadas de un tono introspectivo y melancólico. Serán temas recurrentes
en sus novelas de madurez la soledad, el aislamiento, la culpabilidad, la incomunicación,
las complejas relaciones de pareja, los triángulos amorosos, los conflictos entre el individuo y la sociedad, y el choque entre modernidad y tradición. Así sucede en Daisuke (1909), La puerta (1910), El caminante (1912) y Kokoro (1914).
Kokoro
es su obra cumbre. En ella, el narrador rememora su amistad con un hombre al que conoció en su juventud y a quien tomó como mentor intelectual y espiritual, dirigiéndose a él por el título respetuoso de Sensei. Este
es una persona atormentada que oculta sus emociones tras un velo. La enigmática figura de Sensei llena toda la novela y fascina tanto al narrador como al lector. Todo es velado y sutil, pero los silencios son tan elocuentes como las palabras. El velo se irá alzando lentamente y las crípticas revelaciones de Sensei finalmente cobrarán sentido.
Si
bien sus anteriores novelas contienen elementos semibiográficos en mayor o
menor medida, la más autobiográfica de ellas es Las hierbas del camino (1915), cuyo protagonista refleja la personalidad y las experiencias vitales del autor: su infancia desdichada, su etapa como profesor, los conflictos conyugales, las tensiones en el ámbito doméstico...
Natsume Sōseki falleció en 1916, a los 49 años de edad, a consecuencia de un ataque de úlcera de estómago que venía arrastrando desde 1910. Su muerte
dejó inacabada Luz y oscuridad, que
nuevamente gira en torno a la incomunicación y los problemas de pareja.
Sōseki es uno de los autores más populares y aclamados de Japón, donde se erige como un símbolo nacional. Su efigie adornó los billetes de mil yenes desde 1984 hasta 2004, sus obras son objeto de estudio en diferentes
niveles académicos y han sido adaptadas en varias ocasiones al cine y a la
televisión. Su influencia alcanza a escritores posteriores, entre los que
destaca Ryūnosuke Akutagawa, quien se declaró discípulo
de Sōseki.
En España permaneció inédito hasta que en 1991 Miraguano
publicó Mon, la puerta. Desde 1999, editoriales como Trotta, Gredos,
Impedimenta, Satori, Olañeta y Sígueme han recuperado sus
novelas, relatos y poemas, aumentando así su popularidad entre los lectores hispanos.
Un autor al que le tengo ganas, y ahora más con este excelente artículo.
ResponderEliminarGracias, Arden. Soseki es un referente de la literatura japonesa moderna. Su trayectoria literaria, aunque abarcó poco más de una década (a causa de su temprana muerte), fue muy prolífica y variada, desde el humor de sus primeras obras hasta la introspección melancólica de las últimas.
Eliminar¡¡Plas plas plas!!
ResponderEliminarSabes que me encanta cuando un artículo viene tan documentado. Y que envidio que alguien pueda poner en orden tan fácilmente sus ideas.
Pero lo que más me gusta es poder conocer a un autor y sus circunstancias tan ampliamente antes de lanzarme con él. En este caso está complicado, el gato y yo ya nos conocemos, pero me has animado un poquito a leere algo más suyo. Me llama la atención Botchan, no sé si te la has leído, ¿la recomiendas? :P
La trilogía pinta bien, pero no sé si estoy capacitada para meterme en una trilogía japonesa, jajaja
Un besito y enhorabuena, me ha gustado mucho el artículo :D
Claro, Paula, he leído todo lo que he mencionado, cómo no ;)
Eliminar"Botchan" es de la primera etapa de Soseki, la satírica. Si te agradó el tono del "Gato", probablemente "Botchan" también lo haga.
La trilogía de "Sanshiro", "Daisuke" y "La puerta" está formada, en realidad, por novelas autónomas e independientes, puedes leerlas por separado.
Gracias, guapa.
Pues creo que me voy a hacer con Botchan, cuando acabe con mi amigo Lennox.
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