En 1955 la Academia Sueca otorga el Nobel de Literatura a Halldór Laxness "por su vívido poder épico con el que ha renovado el gran arte narrativo de Islandia" . Aparentemente Halldór Laxness sólo hizo eso, renovar la Literatura Islandesa. Quizás algo tan local no parece merecedor de un premio como el Nobel.
Algunos países repiten premio por motivos quizás no solo literarios. Pero desde luego Islandia no es uno de ellos. Únicamente un escritor islandés ha sido galardonado con el Nobel de Literatura: Halldór Laxness. Bien es verdad que tampoco su país es muy prolífico en escritores o por lo menos no logran traspasar sus fronteras. Además suelen tratar temas muy locales y de una forma particular, lo cual tampoco ayuda. Islandia es un país apartado que resulta lejano, extraño, él y sus gentes. Pero también es un país de emigrantes, de gentes viajeras. Y sobre todo es un país con mucha personalidad y con un gran sentimiento patriota. No hay que olvidar que no es hasta 1944 que se desligan del todo de Dinamarca y crean la República de Islandia. Además en sus tierras ha tenido diversas oleadas de colonización escandinava e incluso norteamericana con asentamientos militares. Aún así, Islandia ha conservado su lengua y su personalidad propia.
Parece que al renovar la literatura islandesa, Laxness también debía haberla revitalizado. No sé hasta que punto eso lo consiguió. Pero lo que sí ha conseguido con sus obras es dibujarnos un retrato muy vivido y realista de su país y reflejar el carácter de sus gentes. Islandia tiene una importante tradición épica, escrita y hablada. En sus obras, Laxness, vuelve sobre ella. No está olvidada, es una tradición que está muy viva y presente en Islandia y en sus libros, y a la que se recurre en el día a día para explicar muchas cosas. Se inspira en las grandes sagas islandesas y sus personajes muestran un gran patriotismo. Posiblemente La campana de Islandia sea la obra mas representativa en este sentido, aunque el componente épico está en toda su obra.
Sus historias no están expresamente delimitadas en el tiempo, el lector tiene que hacerse su composición de lugar para llegar al tiempo en que se desarrollan. Esto contribuye a la sensación de atemporalidad de sus escritos. Asemejándose a la literatura épica. Así mismo también, la mujer tiene un papel especial en sus libros. Si no protagonista en varias ocasiones aparece como coprotagonista. Son mujeres hechas a sí mismas y fuertes, pero con un gran respeto por la figura masculina. Son historias realistas y crudas, pero que al presentar componentes de leyenda islandesa tienen ciertos toque de irrealidad. Además resultan, personajes y paisajes, muy lejanos. Sus protagonistas en general no son simpáticos, son secos, orgullosos y a veces enigmáticos. Con el discurrir del relato se les comprende y aprecia. Se entiende como viven y piensan esas gentes en un país duro y hostil y cómo son fieles a su tierra.
Hay dos cosas que llaman la atención por su contraste en su obra. Primero, la pobreza que muestra en sus libros que choca con lo que ha sido Islandia los últimos años. Alguien dirá que sólo crece y se enriquece desde su independencia. Y segundo, me llama la atención lo diferente de la temática y el tono de sus libros con la vida y personalidad del autor. Aunque tiene algunos toques simpáticos y de ironía, son muy sutiles y pasan desapercibidos. En general sus libros tiene un tono serio y cerrado. Sin embargo, Laxness fue un hombre alegre, amante de la vida, viajero e inquieto.
Halldór Kiljan Laxness nace el Día del Libro, un 23 de Abril de 1902 cerca de Rejkavik, Islandia, en un hogar de labradores protestantes. Conoce de primera mano lo que es la vida en una granja islandesa con sus inviernos helados de nueve meses. Toca muchos géneros: poesía, artículos periodísticos, teatro, libros de viajes, relatos y novela corta y por supuesto, novela. También intento hacer sus pinitos en el mundo del cine, en Hollywood. Pero desde muy joven tiene claro que quiere ser escritor. Como influencias en su literatura se citan a Freud, Nietzsche, Strinberg y Proust. Escritores nada sencillos.
Ya con 14 años publico algún artículo en la prensa local y con 17 su primera novela corta Hijos de la Naturaleza. Sus inquietudes filosóficas y teológicas le llevan en uno de sus viajes, en 1922, a ingresar durante un año en el monasterio San Mauricio de Claraval en Luxemburgo de regla benedictina. Fruto de esa estancia son los libros Al pie de la montaña y Puntos de vista católicos, además de convertirse al catolicismo.
Durante los años 20 viaja por Norteamérica y allí se hace amigo de Upton Sinclair quien le influye con sus ideales socialistas y se acerca al comunismo. En los años 30 y 40 su visión de la vida y escritos están enfocados a lo social y reivindicativo. Defensor de la Rusia soviética en un principio, para luego criticar el Stalinismo, acaba recalando en los años 60 en el taoísmo. Finalmente en sus últimos años y hasta su muerte en 1998, parece que vuelve a contemplar las ideas católicas.
A mediados de los años 40 se asienta definitivamente en Islandia y sin dejar de estar comprometido socialmente con la situación política y económica de su país se centra mas en lo que es su producción literaria. En ella se muestra el carácter de Islandia y sus gentes, y desde una base anclada en las sagas épicas de país, muestra también los cambios del mismo. "Feroz individualista y defensor de la propia originalidad, fue duramente atacado por la sociedad conservadora (...). Pero los jóvenes de la segunda mitad del siglo vieron en él al personaje capaz de dar nuevos valores a la sociedad a través de la relectura de su pasado".
Sus libros se localizan y centran en Islandia. Fue un viajero apasionado que deambuló por Europa y América, pero Laxness vuelve siempre a su tierra para mostrarnos un país con mucha personalidad. Nos muestra a personajes típicos de su tierra, muy curiosos y originales. A veces parece que tienen una lógica diferente, una manera de pensar anclada en el pasado, muy ligada a sus héroes y tradiciones épicas. Son continuas las referencias a la historia y leyendas de Islandia, lo que hace a veces que la lectura se complique o se pierda. A veces parece que haya que ser iniciado para entenderlo bien, que si no eres islandés, te estás perdiendo cosas. Y eso puede no ser positivo para un autor universal. Se ha dicho que Laxness "con su crudeza y su progresismo indudables, da voz al idealismo sobre el futuro del ser humano"; pues bien, en mi opinión nos presenta unos tipos y situaciones tan particulares y originales que no creo que que se pueda universalizar. En cambio, creo, esa frase sí concuerda con la persona del autor, con su trayectoria y búsqueda personal.
Sus historias no están expresamente delimitadas en el tiempo, el lector tiene que hacerse su composición de lugar para llegar al tiempo en que se desarrollan. Esto contribuye a la sensación de atemporalidad de sus escritos. Asemejándose a la literatura épica. Así mismo también, la mujer tiene un papel especial en sus libros. Si no protagonista en varias ocasiones aparece como coprotagonista. Son mujeres hechas a sí mismas y fuertes, pero con un gran respeto por la figura masculina. Son historias realistas y crudas, pero que al presentar componentes de leyenda islandesa tienen ciertos toque de irrealidad. Además resultan, personajes y paisajes, muy lejanos. Sus protagonistas en general no son simpáticos, son secos, orgullosos y a veces enigmáticos. Con el discurrir del relato se les comprende y aprecia. Se entiende como viven y piensan esas gentes en un país duro y hostil y cómo son fieles a su tierra.
Hay dos cosas que llaman la atención por su contraste en su obra. Primero, la pobreza que muestra en sus libros que choca con lo que ha sido Islandia los últimos años. Alguien dirá que sólo crece y se enriquece desde su independencia. Y segundo, me llama la atención lo diferente de la temática y el tono de sus libros con la vida y personalidad del autor. Aunque tiene algunos toques simpáticos y de ironía, son muy sutiles y pasan desapercibidos. En general sus libros tiene un tono serio y cerrado. Sin embargo, Laxness fue un hombre alegre, amante de la vida, viajero e inquieto.
Halldór Kiljan Laxness nace el Día del Libro, un 23 de Abril de 1902 cerca de Rejkavik, Islandia, en un hogar de labradores protestantes. Conoce de primera mano lo que es la vida en una granja islandesa con sus inviernos helados de nueve meses. Toca muchos géneros: poesía, artículos periodísticos, teatro, libros de viajes, relatos y novela corta y por supuesto, novela. También intento hacer sus pinitos en el mundo del cine, en Hollywood. Pero desde muy joven tiene claro que quiere ser escritor. Como influencias en su literatura se citan a Freud, Nietzsche, Strinberg y Proust. Escritores nada sencillos.
Ya con 14 años publico algún artículo en la prensa local y con 17 su primera novela corta Hijos de la Naturaleza. Sus inquietudes filosóficas y teológicas le llevan en uno de sus viajes, en 1922, a ingresar durante un año en el monasterio San Mauricio de Claraval en Luxemburgo de regla benedictina. Fruto de esa estancia son los libros Al pie de la montaña y Puntos de vista católicos, además de convertirse al catolicismo.
Durante los años 20 viaja por Norteamérica y allí se hace amigo de Upton Sinclair quien le influye con sus ideales socialistas y se acerca al comunismo. En los años 30 y 40 su visión de la vida y escritos están enfocados a lo social y reivindicativo. Defensor de la Rusia soviética en un principio, para luego criticar el Stalinismo, acaba recalando en los años 60 en el taoísmo. Finalmente en sus últimos años y hasta su muerte en 1998, parece que vuelve a contemplar las ideas católicas.
A mediados de los años 40 se asienta definitivamente en Islandia y sin dejar de estar comprometido socialmente con la situación política y económica de su país se centra mas en lo que es su producción literaria. En ella se muestra el carácter de Islandia y sus gentes, y desde una base anclada en las sagas épicas de país, muestra también los cambios del mismo. "Feroz individualista y defensor de la propia originalidad, fue duramente atacado por la sociedad conservadora (...). Pero los jóvenes de la segunda mitad del siglo vieron en él al personaje capaz de dar nuevos valores a la sociedad a través de la relectura de su pasado".
Sus libros se localizan y centran en Islandia. Fue un viajero apasionado que deambuló por Europa y América, pero Laxness vuelve siempre a su tierra para mostrarnos un país con mucha personalidad. Nos muestra a personajes típicos de su tierra, muy curiosos y originales. A veces parece que tienen una lógica diferente, una manera de pensar anclada en el pasado, muy ligada a sus héroes y tradiciones épicas. Son continuas las referencias a la historia y leyendas de Islandia, lo que hace a veces que la lectura se complique o se pierda. A veces parece que haya que ser iniciado para entenderlo bien, que si no eres islandés, te estás perdiendo cosas. Y eso puede no ser positivo para un autor universal. Se ha dicho que Laxness "con su crudeza y su progresismo indudables, da voz al idealismo sobre el futuro del ser humano"; pues bien, en mi opinión nos presenta unos tipos y situaciones tan particulares y originales que no creo que que se pueda universalizar. En cambio, creo, esa frase sí concuerda con la persona del autor, con su trayectoria y búsqueda personal.
No voy a poner en duda el merecimiento del Nobel. Quizás no es un escritor llamativo en su forma sencilla, incluso a veces cuesta leerle por el ritmo descompasado que usa y por su tibieza o frialdad. Cosa que por lo que se ve en sus libros va mucho con el carácter islandés. También resulta lejano por ser excesivamente local en sus historias. Pero desde luego si se quiere conocer Islandia, no su historia, sino su sociedad, sus gentes, su forma de ser y su épica, Halldór Laxness es el escritor perfecto. Mientras lo leía no podía evitar pensar en la música de otra islandesa, Björk y trasladarme a su isla.
BIBLIOGRAFÍA
Laxness, Halldór. La base atómica, Ed. Cátedra, 1989, Madrid.
Laxness, Halldór. Paraíso reclamado, Ed. Destino, 1967, Barcelona.
Laxness, Halldór. La campana de Islandia, RBA, 2011.
VV.AA.. Los premios Nobel de Literatura VIII, Plaza & Janes, 1969, Barcelona.
BIBLIOGRAFÍA
Laxness, Halldór. La base atómica, Ed. Cátedra, 1989, Madrid.
Laxness, Halldór. Paraíso reclamado, Ed. Destino, 1967, Barcelona.
Laxness, Halldór. La campana de Islandia, RBA, 2011.
VV.AA.. Los premios Nobel de Literatura VIII, Plaza & Janes, 1969, Barcelona.
Ya te lo comenté, pero me ha gustado mucho tu artículo: nos descubre a un autor del que se ha tratado poco, y desde una perspectiva clara y honesta.
ResponderEliminarBravo, Imation ;-)
Gracias :-)
ResponderEliminarYa me has picado la curiosidad, nunca había oído hablar de este premio nobel, pero ahora tendré que buscar algo para ver qué tal.
ResponderEliminarMuy interesante lo que cuentas. Gracias.
Caroline