Basada en una historia real, Solo en Berlín es una espléndida recreación de la vida en la Alemania nazi durante los años de la Segunda Guerra Mundial. Un relato de resistencia, rebeldía y dignidad.
Hans Fallada y el origen de Solo en Berlín
En 1945, después de la guerra, Rudolf Ditzen (nombre real de Hans Fallada) era un hombre con la salud y los nervios destrozados tras años de problemas físicos y personales, adicciones a las drogas y al alcohol, estancias en prisión e internamientos en instituciones psiquiátricas. Por aquella época conoció a Johannes R. Becher, quien había regresado a Alemania desde el exilio al caer el Tercer Reich y que desempeñaría un papel importante en el nuevo gobierno.
Becher fue el primer presidente de la Asociación Cultural para la Renovación Democrática de Alemania e intentaba revitalizar la cultura germana siguiendo una línea antifascista. Por esta razón, entregó a Ditzen la documentación del proceso contra Otto y Elise Hampel, una pareja de antiguos disidentes, y le sugirió que la usara como base para un libro. Fallada, que tuvo sus más y sus menos con el anterior régimen, aceptó tras pensárselo y firmó un contrato con la editorial Aufbau en octubre de ese año, comprometiéndose a entregar la novela el 1 de enero de 1946. Escribió un artículo sobre los Hampel, titulado Über den doch vorhandenen Widerstand der Deutschen gegen den Hitlerterror (Sobre la oposición, que sí existió, de los alemanes al terror de Hitler) y publicado en una revista (también de Aufbau) en noviembre de 1945. Sin embargo, por motivos personales, no empezó a trabajar en el libro hasta septiembre de 1946; una vez comenzó la novela, la escribió en veinticuatro días, pero tuvo otra recaída y murió antes de poder verla publicada.
La historia real detrás de la novela: los Hampel
Solo en Berlín está basada en el caso real de Elise y Otto Hampel, un matrimonio de clase obrera que vivía en Berlín y que, tras la muerte del hermano de ella en la guerra, inició una campaña contra el régimen nazi dejando postales por toda la ciudad en las que llamaban a la desobediencia civil y al sabotaje laboral. Distribuyeron cientos de postales entre 1940 y 1942, hasta que fueron arrestados por la Gestapo, interrogados y sentenciados.
Fallada se sirvió de la documentación facilitada para novelizar esta historia, dándole su visión personal: “Los sucesos relatados en este libro reflejan a grandes rasgos los expedientes de la Gestapo” -afirma en la nota al libro-. “Sólo a grandes rasgos: la novela obedece a leyes propias y no puede atenerse en todo a la realidad. Por ello, el autor ha evitado conocer datos auténticos sobre la vida de estas dos personas: tenía que describirlas tal como se las imaginaba”.
Todo el mundo muere solo
Esa sería la traducción del título original de la novela, Jeder stirbt für sich allein.
En el primer capítulo, Otto y Anna Quangel (trasunto de los Hampel) reciben una carta en la que les comunican la muerte de su único hijo, caído en combate durante la invasión de Francia. Esta terrible noticia les llena de consternación y supone el detonante que lleva al matrimonio a tomar la decisión de rebelarse. Los Quangel (inicialmente votantes y simpatizantes de Hitler pero cada vez más descontentos con su política) deciden mostrar su disconformidad con el régimen escribiendo proclamas en una serie de postales y repartiéndolas por edificios de toda la ciudad con la esperanza de que su protesta tenga eco, en un débil intento de contrarrestar la propaganda nazi. Las postales atraerán pronto la atención de la policía y comenzará la persecución.
Aparte de los Quangel, hay más personajes que muestran -a su manera- su oposición al sistema y que soportan la represión de las autoridades. También están, por descontado, los que apoyan a Hitler. Fallada retrata así la sociedad alemana de ese periodo.
Una historia ambientada en una atmósfera opresiva, en un clima de control, vigilancia y delaciones constantes, con informantes en los edificios de viviendas y en las fábricas, los ciudadanos deben andar con sumo cuidado ante el temor a las posibles denuncias de cualquier comportamiento mínimamente sospechoso. En ese sentido, algunos personajes intentan conseguir información para poder utilizarla, congraciarse con las autoridades y sacar beneficio, mientras que otros prefieren saber lo menos posible para evitarse problemas.
Novela intensa, de gran carga dramática y asfixiante por momentos, la tensión aumenta una vez que la Gestapo y las SS entran en acción y ponen en práctica sus temibles métodos. La última parte es demoledora, angustiosa, pero culmina en un capítulo final esperanzador que representa el nacimiento de una nueva Alemania surgida tras una época oscura.
Eyre!
ResponderEliminarUn fantástico artículo para una novela imprescindible. Muy bien documentado y una historia impecable.
Espero que los indecisos se animen a leer esta novela, es otra vuelta de tuerca que has explicado de una forma espléndida.
Un besote
¿Está basada en un caso real? Se me han puesto los pelillos de punta al ver la fotografía de la placa conmemorativa. Definitivamente tengo que leer este libro. Mil gracias, Eyre, por darlo a conocer.
ResponderEliminarCaro, muchas gracias. Espero que el artículo haya despertado la curiosidad de la gente y que se animen a leer la novela.
ResponderEliminarHola, Sue. Sí, está basada en un caso real, con lo cual la historia resulta aún más terrible y espeluznante.
Besos a las dos.
Felicidades!!
ResponderEliminarMe encanta el artículo, te ha quedado genial, está muy trabajado. Espero que con él, más de uno se anime a leerlo, porque además es un muy buen recurso para contextualizar la novela.
Espero leerla más pronto que tarde, que sabiendo ahora más cosillas sobre el proceso de escritura entra hasta prisa ;)
Un beso!
Estupendo artículo, Eyre, ardo en deseos de leer este libro.
ResponderEliminarBeso. :)
No conocía el libro y me ha picado la curiosidad por lo que tiene de singular. Aparentemente se debió de publicar originalmente en el Berlín comunista, y me sorprende la fecha de 1947, ya que no debía estar allí la cosa para libros. Fallada además debía ser una persona marginal y conflictiva en todos los regimenes por los que transitó a lo largo de su vida.
ResponderEliminarConfío que esté bien redactado, y bien traducido. La literatura alemana no deja nunca de deparar sorpresas, Me han venido a la memoria "El técnico de sonido" y "Espías", de Marcel Beyer que revisan la vida en la alemania bélica desde puntos de vista absolutamente novedosos, al menos para mí.
Tatiasha, ya estás tardando en leerlo ;) Otro beso para ti.
ResponderEliminarMuchas gracias, Andrómeda. Espero que el libro no defraude. Un beso.
Jumareva: eso es, pertenecían al lado soviético. Y el autor tuvo problemas con el anterior régimen y la censura. En cuanto a la redacción... bueno, Fallada escribió la novela en menos de cuatro semanas, la revisó y quedó satisfecho, pero creo que no le dio tiempo a mucho más.
Saludos.
Siempre digo que es peligroso entrar en un hilo que ha abierto Eyre o en el que ha estado escribiendo. Pero ya lo de la revista lo multiplica por mil.
ResponderEliminarMagnífico artículo, Eyre. Por supuesto, va directo a la lista (que ya estaba). Muac!
Gracias, Lifen. Espero que disfrutes con la lectura del libro.
ResponderEliminarUn beso.
A mí desde luego me ha despertado una curiosidad tremenda, me encanta todo lo relacionado con la IIª guerra mundial y el nazismo, el holocausto,..., así que me imagino que acabará cayendo. Gracias Eyre.
ResponderEliminarDe nada, Arden. Espero que el libro sea de tu gusto.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pocas novelas tratan la Alemania nazi desde dentro y es muy atractiva la descripción que haces, Raquel, de los distintos comportamiento de la gente ante la avalancha nazi que domina Alemania en esa época, lo que de verdad hace atractivo el libro. Me recuerda mucho a mi infancia (aún época franquista hasta los 9 años) en que mientras un vecino comunista tiraba panfletos por la ventana, otros trataban de no meterse en ningún problema y otros apoyaban claramente al régimen. A pesar de mi poca edad lo recuerdo claramente porque me llamaba la atención los distintos comportamientos de toda una comunidad de vecinos. Esto que era en una época menos exaltada que la nazi y en un entorno menos represivo que las SS, aún así era sumamente interesante.
ResponderEliminarGracias, Ciro. Aunque es algo que no he vivido de cerca, creo que Fallada refleja a la perfección ese ambiente opresivo y el silencio, el miedo de algunas personas ante las posibles represalias.
ResponderEliminarUn abrazo.
Eyre, ahora que he leído el libro, he querido releer tu artículo, y me ha gustado aún más que la primera vez.
ResponderEliminar¡Enhorabuena!
Gracias, Ashling, celebro que la novela te haya gustando tanto.
ResponderEliminarUn abrazo, guapa.