Desde que Henning Mankell decidiera, de forma unilateral y con gran desconcierto por parte de sus seguidores incondicionales, jubilar al entrañable inspector Kurt Wallander y a la espera de ver como evolucionan dos autores con una base suficientemente sólida, Jo Nesbo y Arne Dahl, de los que aún en España solo han publicado las primeras entregas de sus respectivas series, que prometen y hasta ahora no han decepcionado a los amantes de este género literario, y después del boom nórdico propiciado por la trilogía Milenium de Stieg Larsson, los lectores nos hemos visto invadidos por una serie de autores proclamados por sus respectivas editoriales como nuevos reyes de la novela negra nórdica, los continuadores de la imprescindible novela nórdica, autores que siguen los pasos de sus maestros y así hasta el infinito.
La novela negra nórdica tiene sus raíces en Maj Sjöwall y Per Wahlöö, autores que iniciaron una nueva forma de enfocar la novela negra, la crítica al estado de bienestar, los problemas políticos, sociales y económicos, el inicio de la apertura de Suecia a recibir emigrantes, la reticencia del pueblo a las medidas tomadas por los sucesivos gobiernos, el pasado cercano de la II Guerra Mundial y sus consecuencias que produjeron una gran división en la sociedad sueca, unos por su rechazo a las ideas totalitaristas de la antigua URSS, otros por su cercanía ideológica al nazismo, que una vez superada la etapa histórica todos quieren olvidar y erigirse como una sociedad abierta, tolerante, respetuosa y educada, pero los demonios están dentro de casa, para superarlos hay que enfrentarse a ellos.
Maj Sjöwall y Per Wahlöö escribieron una obra titulada La historia de un crimen, dividida en diez capítulos, independientes en los casos policiales pero imprescindible leerlas siguiendo el orden para entender la evolución de la vida de los protagonistas y de la sociedad sueca, fueron publicadas originalmente a una por año y con la curiosidad de que todas constan de treinta capítulos cada una, fueron publicadas en España a mediados de los años 80 y ahora están siendo reeditadas en su orden original por RBA.
Posteriormente surgen en Suecia unos autores que siguen la estela de Maj Sjöwall y Per Wahlöö y se reconocen como sus discípulos, Henning Mankell, Jan Guillou o Leif GW Persson, unos con mayor acierto y otros pasan desapercibidos, Mankell es el autor que más proyección internacional adquiere, su obra no solo abarca la novela negra, es un autor todo terreno, escribe ensayos, teatro, narrativa, obras infantiles, guiones para la televisión que adapta su serie sobre el inspector Wallander, lo que hace que sus obras sean mas conocidas y traducidas a casi todos los idiomas. Los otros dos autores se decantan mas por un estilo periodístico de investigación, caso de Persson o se inclinan por la novela de espías, caso de Guillou, pero sin lograr el reconocimiento mas allá de su país.
Actualmente y siguiendo la estela del gran éxito de ventas de Milenium han desembarcado en España una serie de autores nórdicos que son apoyados incondicionalmente por sus editoriales.
Asa Larsson, sueca, sus novelas están situadas en el pueblo minero de Kiruna, en el más lejano e inhóspito punto de la geografía sueca, cerca del Círculo Polar Ártico, sus historias tienen una base religiosa muy profunda, el laestadianismo, movimiento cristiano de extrema severidad y que profesaba su familia, ella misma tuvo una etapa que describe como Periodo Aleluya, que es el eje principal de sus novelas publicadas en España. Sus novelas están protagonizadas por Rebecka Martinsson, abogada en ejercicio en un despacho de Estocolmo, originaria de Kiruna donde es llamada por la hermana de un sacerdote que aparece muerto en extrañas circunstancias. Asa Larsson se recrea en el paisaje, en la intriga, no explora la psicología de los personajes, no se adentra en la problemática religiosa, solo relata lo que ve, lo que sucede, sin emoción, ralentizando la historia hasta llegar a unos finales mas propios de una película que de una novela. Hay mucho de autobiográfico en la protagonista y la autora, poca intriga policial y mucho tópico nórdico, arenques, largas noches de invierno, mucha religión, malos tratos a las mujeres, pero tratado de una forma muy superficial, muy ligera.
Camila Läckberg, sueca, después de una primera novela distinta a lo que se acostumbra en la negra, ligera, algo intrigante, con una protagonista femenina que investiga la muerte de una antigua amiga, mezclando investigación con situaciones cotidianas, problemas familiares, dietas alimenticias, enamoramientos súbitos, antiguos amantes y nuevos amores que sirven de relleno hasta llegar a un desenlace previsible, tanto en la intriga como en la vida personal, continúa con una saga en que en vez de remontar lo único que hace es caer en picado, sus historias son cada vez mas sensibleras, mas domésticas, martiriza al lector con descripciones idílicas de citas amorosas, dudas sobre el futuro de una relación que ya sabemos que va a seguir en las próximas entregas puesto que en los títulos desvela que es una nueva historia de los protagonistas, su entorno está poblado de lugares comunes, divorcios previos, compañeros de comisaría tópicos y típicos, el jefe solterón, vago, sin iniciativas, la suegra meticona y siempre protestando, los amigos gorrones, la hermana con una larga historia de malos tratos que aprovecha la autora para inducir a los lectores a seguir con la saga, en una de las entregas finaliza la historia con una truculenta llamada telefónica en que le comunican que su hermana ha matado a su marido, en otra es la protagonista quien se encuentra de parto y no tiene medio de comunicar con su compañero que tiene que llevarla al hospital y así hasta llegar a la penúltima entrega publicada en España donde la protagonista descubre, revolviendo entre viejas pertenencias familiares, una camiseta de bebé ensangrentada junto con una cruz gamada. Ganchos para dejar al lector pendiente de temas más o menos interesantes y que luego no cuenta, pasa sobre ellos de puntillas y da una explicación resumida y por supuesto satisfactoria para todos los implicados, dejando al lector perplejo ante unos hechos que tienen transcendencia pero la autora no tiene interés o no sabe dar explicaciones o desarrollar. Novelas ligeras, muy bien arropadas por la editorial, pero aburridas, sin interés y llenas de estereotipos que dejan un regusto amargo en los lectores que esperan una historia bien estructurada y se encuentran con una mezcla de investigación superficial y vida personal llevada al paroxismo de preparativos nupciales, embarazos, emparejamientos extraños, que ocupan la mayor parte de la historia y dejan a la supuesta novela negra en una novela con base familiar y hogareña y una intriga ligera añadida por el trabajo del policía protagonista.
Jens Lapidus, abogado sueco, especializado en defensa de personajes vinculados al mundo criminal sueco, sus obras son la antítesis de la novela negra escandinava, trata de una forma brutal los bajos fondos de la supuestamente idílica Estocolmo, sus protagonistas son proxenetas, grandes traficantes de drogas, policías corruptos, camellos emigrantes, mezclados con lo más granado de la sociedad sueca, apellidos que llevan un von o van, que los distingue de la plebe y los sitúa en las grandes familias cercanas al poder, a los más altos círculos de la política e incluso a los escalones más cercanos a la monarquía, cachorros que campan por Stureplan, grandes coches, ropas de marca, mansiones en Östermalm o Södermalm, se codean y hacen negocios con los capitostes de la mafia de las drogas, la trata de blancas, la prostitución, el blanqueo de dinero, todo contado en lenguaje zafio, basto, frases telegráficas, superficiales, muy prolijo en detalles nimios y sin ahondar en la psicología de los personajes, violencia gratuita, no hay ni pretende una enseñanza moral, ni para bien ni para mal, lo único que busca Lapidus es el éxito fácil y rápido, mostrar la cara oculta de Estocolmo pero sin dar soluciones ni explicaciones, se escuda en el secreto profesional para no dar mas pistas sobre los protagonistas de sus historias, su trabajo como abogado defensor de conocidos criminales hace que la información que posee sea de primera mano, pero la usa como arma defensiva justificando la existencia de las bandas, la mafia, los bajos fondos, porque piensa que hasta el más despiadado de los criminales tiene derecho a la defensa. Lapidus deja al lector de sus obras abrumado con la cantidad de datos, información, tretas, marcas de ropa, detalles intranscendentes que alargan innecesariamente la historia, una historia que quitando la paja se quedaría en una novela de tamaño medio y no las extensas 600 páginas que ocupan.
Mari Jungstedt, periodista sueca, sitúa sus novelas en la idílica isla de Gotland, lugar favorito de vacaciones estivales para los suecos, sigue la estela de sus compañeras escritoras, un policía secundario, una protagonista femenina que, sin que la autora lo pretenda, se convierte en fija, un periodista de sucesos, aburrido en Estocolmo que no duda en trasladarse a Gotland cuando empiezan a descubrirse crímenes en aquella idílica isla, la trama está servida cuando aparece una mujer asesinada y con las bragas introducidas en la boca. La mujer muerta es amiga de la protagonista femenina, Emma, que se verá envuelta en una serie de intrigas y problemas familiares que terminan con su matrimonio y casi con su vida, al alejarse de su casa para poner en orden sus pensamientos, se acerca al asesino. Una trama muy manida, ligera y con un final que sorprende por la velocidad en que se suceden los hechos, durante páginas y páginas la autora marea la perdiz con problemas matrimoniales, familiares, niños en vacaciones que estorban, maridos que intentan ayudar y son rechazados, el periodista que sufre el flechazo en cuanto posa sus ojos sobre la amiga de la mujer muerta y no ceja hasta que consigue una cita, las páginas dedicadas a la investigación son las imprescindibles para que la historia tenga un apoyo policial, pero la carga fundamental de la novela la lleva la historia paralela de amor entre el periodista y Emma, una mujer sin problemas de conciencia, sabiendo que es co-responsable de la situación que ha conducido a la muerte a su amiga, no muestra ningún signo de arrepentimiento, se pasa la novela pensando en lo desgraciada que es, en lo triste que está, en lo vacía que es su vida, pero nunca se plantea su parte de culpa ni arrepentimiento por lo sucedido, solo se sorprende de que algo que fue una niñería para ella y un acoso infantil para el que la sufre termine de una forma tan cruel, las siguientes entregas siguen la misma tónica, la protagonista replanteándose su matrimonio, el periodista viajando de Estocolmo a Gotland en cuanto se produce algún hecho que puede ser un asesinato, un ritual, cualquier situación que se salga de lo habitual, para seguir su historia paralela con la chica que durante meses se debate en un mar de dudas sobre su futuro, sus hijos, su marido, su mundo se derrumba pero ella no le importa nada, solo su felicidad. El egoísmo en estado puro. Mari Jungstedt aburre, se repite, no arriesga, solo escribe historias tan ligeras que una vez terminada de leer la entrega correspondiente, lo que queda es un mal sabor de boca, unos finales veloces, una trama débil, personajes mal dibujados, diálogos penosos y dinero mal gastado.
Y muchos, muchos más que nos asaltan cada día desde los escaparates de las librerías y nos dejan perplejos ante tanta exhibición y tristes al ver como ha evolucionado la novela negra nórdica, de aquellos inicios tan prometedores nos quedan una serie de autores que escriben unas historias ligeras, mal hiladas, con diálogos propios de primerizos, con argumentos totalmente previsibles, novelas que se leen y se olvidan, que parecen estar escritas para salir del paso y cumplir con los plazos dados por las editoriales.
Pero aún nos queda la esperanza, nos quedan dos autores, Jo Nesbo, noruego, autor de la aclamada serie de Harry Hole, en España solo hemos podido disfrutar de tres de sus novelas, las esplendidas Petirrojo y Némesis y la última publicada La estrella del diablo, el protagonista es un policía alcohólico, piensa que no vale mas que para ser policía, es un personaje que se acerca más a los tipos de las novelas americanas que a los nórdicos, es depresivo, muy buen investigador, analítico e intuitivo, todo esto le pasa factura y en la última entrega que nos ha llegado lo vemos en sus momentos más bajos, ha sido despedido de la policía, pasa la mayor parte de su tiempo rumiando su venganza y entre efluvios alcohólicos, pero un crimen y la coincidencia de ser pleno verano y que la policía se encuentra sin personal por estar de vacaciones la mayor parte de los funcionarios, es llamado urgentemente para colaborar y esclarecer lo que parece es su último caso y aprovecha para descifrar, no solo un crimen extraño, sino para poner en paz a su conciencia al desenmascarar a su mayor enemigo. Después de esta entrega, una historia que parece ser un punto de inflexión en la vida de Harry Hole, tendremos que esperar a las nuevas entregas para ver si el autor continúa en fase ascendente, como intuíamos los lectores en sus dos primeras entregas y la vida de Harry Hole no se pierde en la desesperanza, el alcohol y la desidia.
Otro autor a tener en cuenta es Arne Dahl, seudónimo de Jan Arnald sueco, doctor en Teoría de la Literatura, critico de un periódico de Gotemburgo y editor de una de las revistas de literatura de la Academia de Suecia, que concede cada año el premio Nobel. En España se han publicado dos novelas, El que siembra sangre, la primera de la saga y su precuela Misterioso. Su saga está protagonizada por Paul Hjelm y sus compañeros de la unidad especial de investigación de la policía sueca. El grupo es de lo más variopinto, una mujer independiente, fuerte, autónoma, un latino-sueco de segunda generación, otro de ascendencia sueco-finesa, antiguos policías con métodos antiguos y nuevos policías con preparación logística e intelectual, que muestran un mosaico de lo que es la sociedad sueca actual. A pesar de que sus novelas fueron publicadas en Suecia a finales de los años 90 del siglo pasado, no pueden estar más de actualidad, trata temas tan vigentes como el terrorismo internacional o la crisis económica. Sus dos novelas reflejan muy bien su estilo muy rico, su gran sentido del humor y una importante dosis de reflexión, muy complejas, llenas de giros, un estilo muy dinámico y atrayente. Aún es pronto para hacer una crítica del conjunto, pero sí se puede afirmar sin caer en error, que es un autor que hay que seguir, su estilo narrativo es muy cuidado, sus tramas son inteligentes y atractivas, sus protagonistas son peculiares y con gran personalidad, la Suecia que vemos a través de sus ojos es la Suecia actual, la desencantada, la de la violencia oculta, la del alcoholismo que hace colas ante las tiendas systembolaget, la de la asistencia social desbordada, siguiendo los patrones de los padres de la novela negra actual Maj Sjöwall y Per Wahlöö, del que se considera discípulo .
Esto es lo que nos queda, la esperanza de que al menos dos autores sepan estar a la altura de lo que es novela negra, no los sucedáneos que nos quieren endosar las editoriales. En la ilusión de que no nos defrauden, los seguidores de la novela negra nórdica esperamos nuevas entregas de sus sagas con un poco de temor y mucho optimismo por los antecedentes que nos han ofrecido y satisfecho. La novela negra nórdica no ha muerto, solo está abrumada por el boom de Stieg Larsson, si tenemos paciencia, seguro que no nos veremos defraudados.
Me ha encantado el repaso/análisis que has hecho de los autores más conocidos y de su obra. Efectivamente, hay de todo, algunos tienen más calidad que otros (como en todas partes).
ResponderEliminarGracias, Caro.
Un beso.
Genial el artículo, Caroline :)
ResponderEliminarRunita.
Impresionante Caro... buen reapso de los autores más conocidos.
ResponderEliminarY gracias por no descubrirnos a nadie nuevo, que ya bastante nos estresas en el foro... jejeje
Saludos, Koba
Un artículo muy interesante, buen ejemplo de lo que podemos encontrar hoy en día en la oferta de este nuevo "boom" editorial. Como he dicho en TW, hay de todo, como en botica. Las editoriales españolas están rescantando autores y títulos nórdicos al tuntún, aprovechando el tirón. Algunos valen la pena y otros son una birria.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo en tu análisis sobre Camilla Läckberg, curiosamente la más leída y, para mi gusto, sus libros son los más flojitos. Cada título nuevo es peor que el anterior y no volveré a perder el tiempo con ella :p Le sigue Mari Jungstedt de cerca, xD.
En cambio, los dos primeros de Asa Larsson me entretuvieron, aunque 'La senda oscura' ha sido un chasco importante.
No he leído aún a Jo Nesbo, Jens Lapidus ni a Maj Sjöwall y Per Wahlöö, aunque están en mi lista ;)
Te recomiendo al islandés Arnaldur Indridason, especialmente los dos primeros títulos traducidos, 'Las marismas' y 'La mujer de verde'.
Hay otros como Johan Theorin, Karin Fossum o Yrsa Sigurðardóttir con los que echar un buen rato de lectura, eso sí, sin esperar grandes alardes :p
En estos días, estoy leyendo 'El que siembra sangre', de Arne Dahl, cuyo sentido del humor me está encantado.
Un saludo y mis felicitaciones de nuevo :)
Me alegro de que te hayas animado a escribir este artículo!!
ResponderEliminarSe nota que sabes un ratito del tema, y te ha quedado un análisis genial de autores/obras.
Enhorabuena, y ¡¡gracias!!
Un beso!
Hola compis!
ResponderEliminarMe habéis dejado sin palabras, creo que me miráis con demasiados buenos ojos, lo que no impide que os lo agradezca de verdad, todas vuestras opiniones son un tesoro para mi.
Yo también os quiero!!!
Gracias, muchas gracias, siempre es un alivio el ver que lo que alguien piensa y plasma puede gustar.
Anónimo! si llego a nombrar a todos los que me sugieres, que he leído, me sale la guía telefónica y los responsables de la revista sacarían las tijeras de podar, pero sí, tienes razón, faltaron algunos que deberían estar, otra vez será
Gracias de nuevo y un beso a todos, y a los que están detrás, que sin su ayuda y ánimo no hubiese llegado ni a la mitad.
Caro, la lista de Anónimo guárdala para la próxima entrega del artículo!! :)
ResponderEliminarUn beso!
Me ha gustado mucho este artículo y el repaso que nos haces de esta novela negra nórdica. Me ha valido para descartar directamente alguna de las lecturas que tenía en mente.
ResponderEliminarBuen repaso.
ResponderEliminarNo sabía que Mankell se consideraba discípulo de Maj Sjöwall y Per Wahlöö.
Yo soy una fan de sus novelas de Wallander y de sus novelas juveniles pero nunca lo ubico dentro de el boom nórdico. Creo que porque esa etiqueta me suena a post Millenium.
Me ha servido para fichar algún nuevo autor.
Sora91