El desinterés editorial o Anthony Trollope en español - Azucena



Anthoy Trollope (1815-1882), uno de los autores victorianos más prolíficos, disfrutó en vida de éxito editorial y de público. Sin embargo, tras su muerte, su obra quedó relegada a segunda fila, se podría decir que durante mucho tiempo ha sido un autor más valorado por los lectores que por el mundo académico. Ha sido durante la segunda mitad del siglo XX en que su obra se ha revalorizado de nuevo y parte de esta revalorización ha sido gracias a un vehículo en principio tan poco literario como es la televisión.



Anthony Trollope, novelista inglés nacido en Londres en 1815, se le puede incluir por su calidad dentro del grupo de grandes escritores victorianos, aunque la crítica y los eruditos lo han relegado a puestos de segunda fila durante mucho tiempo. En vida disfrutó de éxito del público y la crítica. El beneplácito de público se ha seguido manteniendo de forma más o menos constante ya que han sido numerosas las personalidades públicas que han alabado su obra.
Trollope fue un autor muy productivo, fruto de su pluma, ingenio y trabajo nacieron 47 novelas, 42 relatos cortos, 5 libros de viajes, numerosos artículos de prensa, 4 autobiografías, entre ellas la de su amigo W.M.Thakeray y la suya propia, que vio la luz un año después de su muerte. Además de su trabajo literario, Trollope fue funcionario de Correos desde 1834 hasta 1867; empezó copiando documentos y acabó en un cargo de responsabilidad.

El mantener dos intensos oficios, y además ambos sacados adelante con éxito, no fue demasiado bien visto por la crítica, ya que planearon dudas sobre la autoría de sus obras. Tampoco fue nada beneficioso que este punto negro de su fama que lo intentase aclarar en su Autobiografía, en la que se presentó ante el público como un escritor ordenado y metódico que se obligaba a escribir un determinado número de palabras al día. En cierta forma desmitificaba el ideal del escritor torturado esperando la inspiración de las musas para crear, y lo bajó al terreno mortal del trabajo. Trollope muestra la escritura como un ejercicio de trabajo, esfuerzo y tenacidad; incluso aporta datos económicos de lo ganado con cada novela. Incluir esta información fue tirarse piedras en su propio tejado, ya que le tacharon de materialista, de funcionario de la literatura y cayó una losa negra sobre su mérito creador. Tampoco se ganó el cariño del público ni la crítica valorando positivamente novelas que no habían tenido éxito en detrimento de otras que sí lo habían tenido y él las consideraba de calidad inferior, o hablando con poco cariño de personajes de sus novelas que habían despertado el aprecio del público. No se le hubiese ocurrido a Dickens criticar a la pequeña Nelly. Pero, como lectores modernos, entendemos y apreciamos su sinceridad, ya que en su Autobiografía, Trollope hizo un sincero trabajo para retratarse y darse a conocer, y no un curriculum publicitario para ganarse las simpatías o la aprobación de los lectores o la crítica.

Tampoco los escritores que empezaron a despuntar a finales de siglo XIX y principios del XX, Henry James, George Gissing, Oscar Wilde, Thomas Hardy, R.L. Stevenson, tenían en buena estima la obra de Trollope, pero esto es ley de vida. Estos nuevos autores emergentes eran la savia nueva de la escritura y, como siempre ha sido y siempre será, los jóvenes irrumpen, con el ímpetu que da la juventud, atropellando y pisoteando todo lo que en ese momento esté establecido. De ahí nacen la riqueza y los cambios en la literatura, y en todas las artes en general, para beneficio de los lectores.

Las novelas de Trollope están ambientadas habitualmente en la alta sociedad de la época, con gran detallismo y en tono irónico nos describe ambientes llenos de políticos, clérigos y terratenientes. Estas historias nos son contadas por un narrador omnisciente, participativo, incluso intrusivo en ocasiones, que con su voz irónica y en ocasiones mordaz es el vehículo que usa el autor para hacerse presente en la novela y analizar de forma profunda los intereses y sentimientos humanos. Trollope carece de la psicología inquisitiva de autores posteriores, sin embargo perfila sutilmente los caracteres de sus personajes. En sus novelas habla de tipos muy individualizados por lo que se aleja de la novela alegórica que intenta hacer crítica social, las faltas y las virtudes que se nos muestran son las de los personajes particulares sobre los que giran las novelas. No intenta generalizar a pesar de tratar temas universales como son la fuerza e idealismo de la juventud, los amores ingenuos y románticos, la soledad de la vejez, la preocupación por el dinero, la importancia de la familia, la incomunicación, la necesidad de los bienes materiales para la felicidad, la pérdida de los valores éticos... en definitiva las inquietudes del autor, pero siempre tratadas sin intentar forzar la opinión del lector.

En un primer acercamiento al trabajo de Trollope, corremos el peligro de no ver más que un grupo de novelas realistas decimonónicas que cumplen en menor o mayor medida todas las características de este tipo de literatura. Incluso podríamos tacharlas de ser excesivamente planas en su trama y sencillas en su narración. Incluso el narrador omnisciente de sus novelas se toma la libertad de adelantar al lector acontecimientos que en la trama podrían causar interés o expectación, porque en este punto ya se aleja Trollope de la novela victoriana, en la que la consecución de una meta es uno de los principales objetivos. Pero si nos alejamos de esta visión convencional de la novela, podremos descubrir en Trollope a un autor que se aleja de los dogmatismos de su época y se niega a hacer juicios de valor, y este fue uno de los motivos por los que le acusaron de no ser crítico con su época, de ser acomodaticio. Pero el lector que se acerque a sus novelas verá que no es tan feliz el mundo rural o político en que se mueven sus personajes, sin embargo el autor se niega a señalar con el dedo, incluso justificará los actos y opiniones de los personajes que a primera vista podrían ser catalogados de antagonistas o negativos. El autor deja a sus personajes hablar, expresarse por ellos mismos, nos cuenta lo que hacen y lo que dicen que hacen, pero es el lector el que decide si le gustan o no, si son malvados o buenos, si se equivocan o aciertan en sus acciones. Trollope deja la novela a disposición del lector, para que éste tome parte activa en la lectura y se forme su propia opinión, porque a pesar del narrador omnisciente y participativo, pocas veces conoceremos lo que piensa el autor respecto a los personajes y hechos que se nos narran. Su absoluto desinterés por posicionarse a favor de ninguno de los personajes, su negación a enfatizar a favor o en contra de ninguna posición, su interés por caracterizar personajes con mentalidades extremas que la crítica de su época tachó de inmorales, todas estas características hacen que este autor del siglo XIX quizás sea uno de los autores más modernos de los antiguos y por tanto más cercano al lector actual. En palabras de un estudioso, James R. Kincaid, Trollope: Artist and moralist, pág 73:

Así pues, Trollope está atado a la comedia de costumbres y a las tradiciones realistas y, a la vez, liberado de ellas. Es al mismo tiempo el más convencional y el más moderno de los escritores, y sus patrones formales se adhieren a las convenciones con gran determinación y sensibilidad pero, al mismo tiempo, obligan a las convenciones a abandonar todo aquello de lo que siempre han dependido”

El cuerpo principal de la obra de Trollope, y además sus novelas más conocidas, están agrupadas en dos grandes series, la primera serie es conocida como las Crónicas de Barsetshire y la componen las novelas El custodio (1855), Las torres de Barchester (1857), El doctor Thorne (1858), Framley Parsonage (1861), The small house al Allington (1864) y The last chronicles of Barset (1867). 
 
Estas novelas están ambientadas en el condado inventado de Barsetshire, un condado clerical en el campo victoriano, los personajes son los habitantes de este condado y aparecerán en distintas novelas con más o menos protagonismo en cada una de ellas, unas veces aparecerán como protagonistas, otras como secundarios y en algunas sólo serán nombrados. La otra serie de novelas sería la denominada Palliser, y serían novelas políticas ambientadas en Londres y el tratamiento de personajes será igual que en la anterior. En esta última serie el tono sigue siendo el mismo que en Barsetshire pero la edad más avanzada del autor y la decepción hacen que sean novelas más amargas. La serie política la forman las novelas Can you forgive her (1864), Phinneas Finn (1869), The Eustace diamonds (1873), Phineas Redux (1874), The Prime Minister (1876), The Duke's children (1879). Otras novelas muy conocidas que no pertenecen a ninguna serie son He knew he was right (1869) y The way we live now (1875), pertenecen a la época más sombría y pesimista del autor, en la que temía convertidos en realidad sus temores sobre la perdida de los valores éticos y humanos que parecía conllevar la lucha por el dinero, el poder y la política. Tramas tan vigentes en nuestra sociedad como en los cambiantes tiempos victorianos en los que fueron escritas, hacen que este autor siga vigente hoy en día y sus novelas cercanas al lector actual.

Entrados en el siglo XXI el desinterés editorial niega al lector en español la posibilidad de disfrutar de la extensa obra de Trollope, un autor casi desconocido en nuestro país y que sería muy interesante conocer. En la actualidad tenemos disponibles en español únicamente tres novelas y una recopilación de cuentos, es a través de la televisión que hemos podido conocer la obra de este autor, ya que la televisión inglesa ha adaptado numerosas novelas, pero como la forma principal de disfrutar del trabajo de un escritor es la lectura ¡¡¡¡¡Queremos Trollope en español!!!!


Bibliografía:
Presentación de El doctor Thorne, C.G.A. Editorial Rialp
Introducción de Las torres de Barchester por Miguel Ángel Pérez Pérez

2 comentarios:

  1. Ya te lo había dicho pero lo reitero, gracias por descubrirme a este autor; estos temas me fascinan:

    "Las novelas de Trollope están ambientadas habitualmente en la alta sociedad de la época, con gran detallismo y en tono irónico nos describe ambientes llenos de políticos, clérigos y terratenientes."

    Excelente artículo, saludos.

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  2. Me interesa mucho este autor. Tanto que lme puse en contacto con la Editorial dÉpoca para preguntarles o mejor sugerirles y me contestaron que van a editar toda la obra de Trollope. De hecho les pregunté también por Flora Thompson y en ambos casos me dijeron que están ya con varias obras en su catálogo, ya traducidas y a la espera de que les vaya yendo bien y puedan ir sacándo los libros progresivamente.

    Yo conozco sus obras por la BBC, las de ambos

    Un saludo

    Salón

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