Con una escritura sencilla y argumento lineal el autor de esta obra logra seducirnos y atraparnos, haciendo imposible levantar la vista de estas páginas repletas de aventuras, acción, batallas, sangre y fuego. Todo un clásico de aventuras para el público juvenil del siglo XIX, XX y XXI.
Nacido en una familia de comerciantes Emilio Salgari (Verona, 21/08/1862 - 25/04/1911) se sintió atraído por el mar en su juventud: sirvió unos meses en un barco navegando por el Adriático y Mediterráneo y estudió en el Real Instituto Técnico Naval P. Sarpi de Venecia sin llegar a finalizar los estudios.
Si bien estos comienzos parece ser que marcan su trayectoria literaria, los acontecimientos familiares designan su trayectoria personal: su padre se suicida en 1889, años después se casa con una actriz de teatro con la cual tiene cuatro hijos. Comienza a escribir primeramente para la editorial Speirani, especializada en novelas juveniles y posteriormente para el editor Donath, alcanzando el éxito entre el público juvenil. Sin embargo, la mala situación económica familiar y la locura de su esposa le llevan a un primer intento de suicidio en 1909 y finalmente en 1911 al suicidio utilizando el rito japonés del seppuku. La tragedia familiar no finalizó en ese momento: dos de sus hijos también se suicidaron el 1931 y 1963.
En una de las cartas que dejó escrita, dirigida a sus editores, decía:"A mis editores: A vosotros, que os habéis enriquecido con mi piel, manteniéndome a mí y a mi familia en una continua semi-miseria o aún peor, sólo os pido que en compensación por las ganancias que os he proporcionado, os ocupéis de los gastos de mis funerales. Os saludo rompiendo la pluma. Emilio Salgari"Tras este breve acercamiento a la vida del autor centrémonos en "Los tigres de Mompracem":
¿Quién no se ha sentido fascinado siendo joven por el mundo de la piratería? Muy pocos; realmente aún lo estamos: véase el éxito de la saga "Piratas del Caribe". Nuestra atracción no es por la piratería que últimamente está tan de moda en el Índico y en las costas de Somalia, sino por esa piratería romántica, donde los piratas eran los héroes que luchaban contra el ejército español en el Caribe o contra el inglés en las costas indonesias, bebían ron, raptaban bellas damiselas las cuales se enamoraban perdidamente del capitán de la nave que navega bajo pabellón negro con tibias cruzadas y calavera.
La obra está incluida dentro del ciclo dedicado a la piratería en Malasia y germina a partir de "El tigre de la Malasia" publicado a lo largo de 150 entregas en "La Nueva Arena", entre el 16 de octubre de 1883 hasta el 13 de marzo de 1884 y contiene todos los ingredientes de ese tipo de piratería que tanto nos gusta.
A simple vista podría parecer una historia de piratas: velas henchidas por el viento, salitre en la cara, tempestades, rápidas travesías, persecuciones, cimitarras unos, sables los otros, rifles, bayonetas, pólvora, fuego, abordajes, sangre, todo lo que esperamos de una buena aventura pirata. Sin embargo hay algo más debajo de esta apariencia: Sandokán, el tigre de Malasia, no es un pirata por vocación, su causa no es el afán de riquezas, la suya es la venganza de los crímenes cometidos sobre su familia y sus posesiones.
Tal como comenta en la obra Yáñez, su amigo, su hermano:"La mayoría cree que Sandokán no es más que un vulgar pirata, llegado de las selvas de Borneo, ávido de sangre y de presas, pero se engañan. Él es de estirpe real y no es un pirata, sino un justiciero.... Fuerte como un león, orgulloso como un héroe de la antigüedad, audaz como un tigre, valeroso hasta la locura, ..."
Sandokán establece una lucha contra el imperio inglés y su colonialismo forzado por las circunstancias. Él es noble de espíritu y de nacimiento, justo, magnánimo unas veces y cruel otras, temido por sus enemigos, respetado por su marinería a quienes no duda en enviar a misiones casi suicidas marchando siempre a la cabeza de ellos para compartir los mismos peligros.
El destino es cruel, a pesar de la dura costra salina que recubre su cuerpo y su corazón, éste clava sus uñas entre la cuarteada coraza del pirata y cruza ante él a lady Mariana, la Perla de Labuan, sobrina de lord inglés enemigo. Un nuevo sentimiento, más fuerte que sus promesas de odio eterno al hombre blanco, surge dentro de él. Que sea él mismo quien nos abra su corazón:
"Iremos lejos de estas islas, sepultaremos mi feroz pasado y nunca más oiremos hablar de los piratas, ni de mi salvaje Mompracem. Mi gloria, mi poder, mis sangrientas venganzas, mi temido nombre, todo lo olvidaré por ti, porque quiero convertirme en otro hombre. Óyeme, adorada muchacha, hasta hoy fui el temido pirata de Mompracem, hasta hoy fui asesino, fui cruel, fui feroz, fui terrible, fui Tigre ... Pero ya no lo soy. "En definitiva, la obra está repleta de acción: batallas navales, asaltos anfibios, escaramuzas terrestres, caminatas entre la jungla, luchas cuerpo a cuerpo, estrategias, engaños. Ahora bien, si miramos un poco más allá, encontraremos fácilmente una crítica velada al imperialismo reconociendo la historia tantas veces repetida: Occidente desembarca imponiendo su "avanzada" cultura a tierras allende los mares, derrocando soberanos, esclavizando ciudadanos, expoliando riquezas a cambio de que, de nada salvo el mantenimiento de su status del recién llegado: buenas mansiones donde vive el hombre blanco servido cual dios en la tierra por una corte de "afortunados" nativos, protegido de un ejército formado por dos castas: los mandos procedentes de la metrópolis y la carne de cañón reclutada entre la población local y empleada en mantener el orden necesario para exprimir las colonias.
Salgari es un eterno pendiente para mí. Tan eterno que ya me hice mayor sin leerlo XD. Eso sí, recuerdo verlo en la tele de pequeña, y no se me olvida lo guapo que era Sandokan. El caso es que quiero leer este libro, tal vez no sea tarde para disfrutarlo...
ResponderEliminarPor cierto, qué tragica su vida personal. :(
Buena reseña, Cuscurro.
Sandokan... La cantidad de horas invertidas navegando por esos mares, en compañía de Yañez, Tremal-Naik, Kammamuri... ¡La Perla! Luchando contra los estranguladores, los terribles thugs armados con sus kriss, matando tigres, pillando borracheras, matando enemigos...
ResponderEliminarGracias por recordármelo, Cuscurro :)
Lo que daría por un libro serio sobre Emilio Salgari y su obra. Juraría que no existe, de hecho hay una autobiografía falsa que se encargó a la muerte de Salgari cuyos datos siguen circulando como ciertos a través de la web. Que yo sepa, lo más completo que existe es un monográfico de la revista CLIJ.
ResponderEliminarLeí de pequeño casi todo lo que publicó Gahe. Era ya consciente de lo mal escrito -o traducido- que estaba. Y aun así, Salgari me apasiona cada día más y más.