Ibicus de Pascal Rabaté. Las muchas vidas de Simeón Nevzorof - Eduardo M.



El historietista francés
Pascal Rabaté desarrolló entre 1998 y 2001 la saga de Ibicus, una adaptación de la novela de Alekséi Tolstói que le valdría el reconocimiento de la crítica y premios de prestigio como el Alph-Art de Angouleme (2000). Ambientada en la revolución rusa de 1917, la obra representa la insignificancia del individuo frente a los grandes acontecimientos históricos. Su tono mordaz y el acertado retrato social que contiene han hecho de esta obra un clásico contemporáneo del cómic europeo.

Ibicus es la historia de un hombre al que un día se le profetizó un futuro de riqueza prosperidad. Simeón Nevzorof, un pequeño burgués con aires de grandeza que vive en Petrogrado, relata a sus compañeros de casino cómo un día una cíngara le auguró que la fortuna le sonreiría, eso sí, “cuando el mundo se hunda envuelto en fuego y sangre, cuando la guerra entre en la casas, cuando el hermano mate al hermano”, alusión a una inminente revolución rusa de 1917 cuyos primeros signos comienzan a hacerse visibles. Cuando el conflicto estalla, Nevzorof huye para salvar su vida, pero sin perder de vista el futuro de bonanza que le había sido presagiado. Ibicus es la historia de su personal epopeya, el viaje de un hombre sometido a una suerte cambiante en una sociedad que se desmorona. Guiado por su instinto de supervivencia, Nevzorof vivirá muchas vidas, acometerá empresas, caerá y volverá a levantarse. La suya es la historia de un hombre obligado a transformarse constantemente si quiere sobrevivir.

En Ibicus encontramos al individuo empequeñecido por los acontecimientos históricos. Como cualquiera de sus coetáneos, Simeón Nevzorof corre el riesgo de ser devorado por un conflicto social que reduce el valor de la vida humana hasta hacerla insignificante. La huida, la lucha por la supervivencia, se convierten en algo cotidiano para él, viéndose sometido a unas penurias que facilitan la empatía del lector. Sin embargo, Rabaté no parece interesado en hacer de Nevzorof una figura agradable. Por el contrario, lo que se nos muestra es un hombrecillo soberbio, pretencioso, egoísta y mezquino. El alto concepto que demuestra tener de sí mismo le hace parecer ridículo; su frialdad emocional le lleva entablar relaciones (sentimentales, de amistad) en las que nunca se compromete realmente y que interrumpe cuando le conviene; su cobardía resulta, en distintos momentos, manifiesta. ¿Es menor la injusticia de la guerra cuando quien la padece no es un ser bondadoso? ¿Es posible que la falta de valores de Nevzorof esté relacionada con su capacidad para sobrevivir? Esas parecen ser algunas de las encrucijadas en las que Rabaté intenta situar al lector sin ofrecerle una respuesta clara.

Pero el peculiar carácter del protagonista también le vale al autor para reconducir la narración desde un previsible tono dramático hacia el terreno de la sátira e incluso del humor. La desafección que el lector pueda sentir hacia Nevzorof le permite acercarse a las penurias de la guerra con una cierta distancia, apreciando la ironía de algunas situaciones, valorando lo cómico o lo absurdo de otras. La peculiar morfología con la que Rabaté retrata a su personaje (extremadamente delgado, apenas una silueta negra coronada por una notable cabeza, de rostro afilado, agudo, anguloso) demuestra su apuesta por lo caricaturesco, buscando en la mirada deformante otra forma de ser fiel a la realidad. A ello hay que añadir la magnífica labor gráfica con que el artista francés redondea su relato. Rabaté se aleja del registro adoptado en la mayor parte de sus trabajos y ofrece, a partir de aguadas en tonos grises, un acabado difuminado, menos convencional que el de otras obras de su autoría como Río abajo o La tienda de las ilusiones.

Fiel al tono empleado a lo largo de todo el relato, la obra se cierra con un giro irónico que nos conduce de nuevo al principio, a la profecía de riqueza que abría la narración. No sabemos quién está al final de los hilos que metafóricamente sujetan a Nevzorof en alguna viñeta, quizá el personaje ha sido una marioneta de los acontecimientos, quizá ha estado siempre en manos del destino. Sea como sea, entendemos que su intenso periplo vital ha estado regido por unas fuerzas que escapaban a su control y que son ellas las que han dictado su suerte.

La obra ha sido editada en nuestro país en dos ocasiones, ambas por parte de la editorial Glénat. La primera, siguiendo la edición original, en cuatro volúmenes; la segunda, en un tomo integral que contiene la historia completa a costa de reducir el tamaño de las planchas.


OBRAS CITADAS

RABATÉ, Pascal (2000): Ibicus, Libro 1. Glénat. Barcelona.
RABATÉ, Pascal (2000): Ibicus, Libro 2. Glénat. Barcelona.
RABATÉ, Pascal (2001): Ibicus, Libro 3. Glénat. Barcelona.
RABATÉ, Pascal (2002): Ibicus, Libro 4. Glénat. Barcelona.
RABATÉ, Pascal (2009): Ibicus Integral. Glénat. Barcelona.
RABATÉ, Pascal (2008): Río abajo. Norma. Barcelona.
RABATÉ, Pascal (2010): La tienda de las ilusiones. Norma. Barcelona.

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