El principe destronado - Ashling




Esta es la historia de un niño, de un niño de poco más de tres años, se llama Quico y es el quinto de seis hermanos. En esta breve, sencilla y deliciosa historia, acompañaremos a Quico durante un día de su vida, desde que se levanta por la mañana, avisando a su familia diciendo: - ¡Ya me he despertaoooooo! Hasta que después de un día lleno de aventuras se va a dormir, exhausto.

Quico es un niño espabilado, que no sabe encajar muy bien, que ya no es el más pequeño de la casa, su hermana Cris lo destronó hace ya más de un año, y ahora resulta mucho más difícil llamar la atención  de los mayores, de sus padres, de Vítora o la Vito, para Quico  – la asistenta de la casa-, o la Domi, la niñera, una señora ya mayor y con poca paciencia… y algunos personajes más que van saliendo durante el relato.

Mediante la presencia de Quico viviremos una discusión entre sus padres, pero es una discusión velada, de comentarios indirectos, y como de repente Quico hace de mensajero entre ellos dos, y al final sin quererlo aprende una frase nueva, una frase que se la dice el padre a la madre: - irse a freír puñetas. Mientras estaba leyendo esta escena, me disgustaba ver la poca comprensión que el padre tenía hacia su familia en general, con su hijo mayor obligándole a seguir sus órdenes, y con su mujer que después de una lucha dialéctica, se queda sin argumentos, y no se le ocurre nada mejor que decir: - La mujer en la cocina, Quico. A lo que evidentemente, Quico no sabe qué responder.

La desigualdad en la pareja lleva a la insatisfacción. Y de ahí a la infidelidad sólo hay un paso.

Después de una trastada de Quico y sus hermanos, surge un malentendido que hace temer que Quico se haya tragado algo, y él no se atreva a decir la verdad, que no se ha tragado nada. Pero su madre se lo lleva corriendo al médico de cabecera de la familia, el de toda la vida, el que siempre tiene una palabra amable con la mamá de Quico, y donde Quico se da cuenta de que Mamá sonríe mucho cuando está con el doctor.

Otro gran tema que sin darnos cuenta se toca, es la religión, ver como la sociedad está totalmente influenciada por la Iglesia, se hace claro cuando los niños dicen “palabrotas”, como cagao, culo, etc. A mí me hacía reír, cuando Quico enfadado consigo mismo porque se había hecho pipí de nuevo, se siente tan cohibido y avergonzado que no se le ocurre nada mejor que decir: - ¡Mierda, cagao, culo! Pero a él le sermonean, le dicen que es pecado, y que irá al infierno. Algo que hoy en día nos resulta impensable.


 Miguel Delibes, no solamente nos relata como es la vida de un niño de tres años visto con los ojos de este niño, haciéndonos reír la mayoría de las veces, sino que también nos describe ciertos aspectos de la sociedad y vida familiar de la época, de los años 60, de las diferencias que imperaban entre hombre y mujer, de las exigencias de un padre hacia con su primogénito, de las frustraciones que una mujer casada vivían en su día a día, de la presencia dominante de la Iglesia. Incluso de la “mili”.

Es, sin duda, un libro para leer, y releer, y disfrutar de la sencillez y el arte de Don Miguel Delibes. Cuando cerré el libro tenía una sonrisa en la cara.

4 comentarios:

  1. Gracias por la reseña, Ashling. Sin duda es un libro a tener en cuenta entre todos los que escribió este autor. El hecho de que sea narrado a través de los ojos de un niño debe hacer de este libro una lectura enternecedora. Me lo apunto a la lista de pendientes. ;)

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  2. Acabo de releer este libro. Aparte de reirme con las ocurrencias de Quico (que es el quinto de seis hermanos), me he dado cuenta de todo el trasfondo que comentas: un matrimonio con un marido autoritario y una mujer insatisfecha, la presencia de la religión, las relaciones con el servicio, la mili... Un libro que, aunque es pequeño, es enormemente divertido e instructivo

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  3. Leonita, tienes razón, son seis hermanos, lapsus mío, pero ya ha sido corregido.

    Babel, seguro que te gusta, tengo muy buen recuerdo del libro y de Quico. :)

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  4. Me lo apunto también, Ashling, que debe ser una delicia leer este libro (lo he visto en las librerías pero desconocía el tema).
    Beso.

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